Reticencias y expectación

Los altos mandos de los cuarteles generales de los tres ejércítos consultados ayer por este periódico han recibido con reticencias y expectación el anuncio del Gobierno de reformar la estructura y funcionamiento de la Junta de Jefes de Estado Mayor (JUJEM). Los consultados estiman que el Ejército de Tierra, tradicionalmente beneficiado con las actuales estructuras, saldrá ahora perjudicado.Por el contrario, y sobre todo a la hora del reparto presupuestario, en el Ejército del Aire se estima que su colectivo saldrá ganando. No obstante, tanto en este ejército como en la Armada existen reticencias respecto al origen de la persona que acceda al cargo de jefe del Estado Mayor de la Defensa, "ya que el color del uniforme, como ha venido ocurriendo hasta ahora en la JUJEM, podrá inclinar la balanza en favor de uno u otro ejército". Además, los propios consultados creen que es difícil encontrar en las Fuerzas Armadas una persona de adecuada preparación para el cargo.

Las fuentes consultadas coinciden en asegurar que la actual JUJEM, por ser un órgano colegiado, era inoperante y que su funcionamiento interno impedía introducir reformas importantes. No obstante, sobre todo en la Armada y en el Aire, se estima que el nuevo cargo sólo será eficaz si el Gobierno elabora una política militar clara y concreta.