La lección magistral del Modern Jazz Quartet
Pedro Ruy Blas. Modern Jazz Quarter. Marsalis Brothers.
IV Festival de Jazz de Madrid.
Palacio de los Deportes.
26 de octubre de 1983.
La segunda sesión del IV Festival de Jazz de Madrid la inició Pedro Ruy Blas, a quien debo disculpas por no haberle anunciado ayer, como era mi obligación. Pedro, en su set, estuvo a medias entre Miguel Ríos y Al Jarreau, sin ser tan rockero como el uno ni tan funky como el otro. Debería decir que se quedó más cerca del primero por la demagogia de las letras, pero como no me suelen importar las letras en general, tampoco me voy a preocupar ahora de las malas.
Luego, alternando presentaciones, para que se vea que no hay rencillas entre sus dos principales solistas, ocupó la escena el Modern Jazz Quartet. Los que especulan sobre la naturaleza más o menos híbrida de la música de estos señores no deben estar muy enterados de la historia del jazz, pues, en su momento, el MJQ fue una buena respuesta de los negros a un jazz experimental que se había vuelto mayoritariamente blanco. Pero sobre todo, quienes todavía discuten al MJQ es que no lo han visto. El secreto de este grupo es que, además de ser perfecto, tiene el calor del blues. El vibráfono de Milt Jackson lo destila en su más mínima resonancia.
Pero los blues están también en la frase más seria de John Lewis, un clasicista al piano. Percy Heath, contrabajo, hasta cuando cumple función de apoyo es otra voz principal en el cuarteto. Volvió a hacer aquí aquel tema que hizo el año pasado con sus hermanos, Watergate blues, pero ahora no con el baby bass, sino con el contrabajo grande, y con un impresionante arreglo. Connie Kay da la impresión de disfrutar muchísimo jugando con la intensidad en una marcha y manejando todos los triángulos, sonajas y demás adminículos que lleva. Pero sobre todo es un batería de jazz. Ni más ni menos. Lo siento. Vuelvo a corregir la información que di como anticipo. Hay que dejarse de nostalgia. El MJQ sabe de jazz más que nadie. Sus músicos saben lo que hay que hacer y, lo más importante, lo que no hay que hacer. Tienen el swing por todos lados.
Después no hacía falta que tocara nadie, pero estaban programados los hermanos Marsalis. Hicieron un set bonito, con la sorpresa de que, bien, Wynton, el trompeta, es buenísimo, impecable, pero nos hemos fijado tanto en él y ahora el que llama la atención es el otro hermano, Brandford, un tranquilo al saxo tenor. El trío que les acompaña no es malo, pero se les queda muy detrás en todos los sentidos, tanto en calidad como en volumen de sonido. El pianista Kenny Kirkland, está cargado de buenas ideas, pero sigue empeñado en decirlas todas. Aunque son jóvenes, los hermanos daban una imagen de grupo antiguo, sobre todo en el vídeo, que al fin he divisado desde las filas intermedias Lo de la primera fila se ha arreglado.
Las principales actuaciones para hoy están protagonizadas por Tete Montoliu y Cecil Taylor, dos pianistas muy diferentes. Y esta vez sí, abrirá la sesión, el guitarrista Carlos Gonzálbez.
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