España muestra su pesar y alaba los objetivos de la fuerza pacificadora

El Gobierno español, a través del ministro de Asuntos -Exteriores, Fernando Morán, expresó su pesar a los Gobiernos norteamericano y francés por el atentado contra el contingente de la fuerza multinacional estacionado en Beirut.La Oficina de Información Diplomática del Ministerio de Asuntos Exteriores publicó ayer un comunicado en el que se decía: "Fernando Morán, ministro de Asuntos Exteriores, envió en la mañana de hoy sendos telegramas a sus colegas de Estados Unidos, George Shultz, y de Francia, Claude Cheysson, jnanifestando, en nombre del Gobierno español y en el suyo propio, su hondo pesar por el criminal y salvaje atentado de que han sido objeto en Líbano las fuerzas de paz americana y francesa".

Más adelante se agregaba que "este atentado es doblemente desolador por haber afectado a los componentes de una misión que es de paz y cuyos objetivos son conocidos yálabados por la mayoría de las naciones de la comunidad internacional".

Para el embajador de Siria en Washington, Rafic Jujatey, la matanza de Beirut "únicamente beneficia a los que desean hacer fracasar las negociaciones de Ginebra sobre la reconciliación en Líbano", y calificó a los muertos de "nuestros hermanos, independientemente de nuestros distintos puntos de vista". Dijo asimismo, según recoge la agencia France Presse, que Siria no desea la partición de Líbano, propósito este que achacó a los autores de la matanza.

Un comentarista de Radio Trípoli, la emisora oficial del Gobierno de Libia, dijo que los sucesos de Beirut "son una operación audaz de las fuerzas patrióticas y progresistas libanesas".

Por su parte, Juan Pablo II expresó ayer en el Vaticano su "dolor y horror' ante la "noticia de los dos gravísimos atentados terroristas perpetrados esta mañana en Beirut". Ante 80.000 personas reunidas en la plaza de San Pedro para el rezo del Ángelus, Carol Wojtyla destacó que "es una nueva violencia que se añade a los asesinatos y matanzas que han derramado sangre y luto entre las poblaciones de Beirut y de los pueblos de la región".

"Es un nuevo acto de guerra en un momento en el que, aprovechando la fácil tregua, se intenta reanudar un diálogo entre lasi partes", dijo Juan Pablo II, que pidió plegarias ."por los jóvenes que han muerto, por -las otras víctimas y por el consuelo de sus familias".

Para el presidente del Consejo de Ministros de Italia, Bettino Craxi, que mostró también su profunda condolencia, realzada además por la presencia de los soldados italianos en Líbano, "Italia mantendrá su misión de paz en Líbano".

Margaret Thatcher, primera ministra del Reino Unido, envió mensajes de pésame al presidente Ronald Reagan y al jefe del Estado francés, François Mitterrand, tras el atentado de Beirut. Un contingente británico de 97 soldados, que forman parte de una unidad blindada de reconocimiento, participa en la fuerza multinacional de pacificación de Líbano.