El 'grupo de Contadora' estudia tratados internacionales para la paz en Centroamérica
Los cuatro ministros de Asuntos Exteriores de los países del grupo de Contadora estudiaron ayer en Panamá los borradores de varios tratados Internacionales que serán debatidos por sus cinco colegas centroamericanos el próximo mes. El grupo trata de trascender así la buena voluntad para entrar en una fase ejecutiva, en la que podrá verificarse sobre el terreno si los Gobiernos de la región cumplen el documento de objetivos firmado por todos y eventualmente aplicar sanciones a quien no lo haga.
La participación en esta reunión de los embajadores que los cuatro países del grupo de Contadora tienen acreditados en los cinco países centroamericanos hace pensar que serán ellos los que en el futuro reciban el encargo de verificar el cumplimiento de los tratados y comprobar las eventuales denuncias.Aunque la reunión se celebra bajo un hermetismo casi total, ha trascendido que entre los instrumentos jurídicos que se analizan figura un tratado multilateral sobre control de armamentos y dos tratados bilaterales de no agresión Nicaragua-El Salvador y Nicaragua-Honduras. En estos dos últimos casos, cada país se comprometería a no suministrar armas y ayudar a grupos que pretendan derrocar al Gobierno del país vecino.
Los ministros de Exteriores de Colombia, México, Panamá y Venezuela han estudiado también las propuestas presentadas por el Gobierno nicaragüense en Washington, aunque el canciller panameño, Oyden Ortega, tuvo buen cuidado de puntualizar que cada país tiene derecho a formular sus proyectos y que el grupo de Contadora pretende englobarlos todos para sentar las bases de una paz duradera.
Si bien se ha registrado un claro optimismo ante los términos de las proposiciones de Managua, no se ha dejado de señalar el desconten to porque hayan sido presentadas en un foro diferente al de Contadora, con el riesgo que ello supone de sentar un precedente y de que otros países hagan lo mismo, con lo que se perdería buena parte de la efectividad pot encial de las iniciativas del grupo.
Un cierto optimismo
Existe un cierto optimismo por el hecho de que el Gobierno sandinista haya pasado de la retórica al terreno jurídica. Un diplomático del grupo opinó que se trata de a propuesta más seria presentada por Managua desde que en en ero se constituyó el grupo de Contadora.
Por primera vez, el Ministerio de Exteriores nicaragüense se compromete a no enviar armas a la guerrilla salvadoreña ni permitir, que ésta disponga de campos de entrenamiento en su territorio y lo que es más importante, autoriza al grupo de Contadora a verificar in situ cualquier denuncia.
En el paquete de propuestas de Managua se incluye también por primera vez la garantía formal de no permitir la instalación de bases militares extranjeras (cubanas o soviéticas) a cambio de que Estados Unidos se comprometa, por su parte, a no agredir directamente a Nicaragua ni prestar apoyo a los grupos armados antisandinistas.
Al margen de que se trate de una prueba de buena voluntad por parte del Gobierno sandinista, parece evidente que una oferta de esta naturaleza, que tal vez hubiera sido viable un año atrás, puede resultar insuficiente en las circunstancias actuales. Washington y los otro cuatro países centroamericanos opinan que, al margen de sus conexiones con los movimientos guerrilleros de izquierda, constituye un peligro intrínseco el mantenimiento de un régimen de orien. tación marxista en la región.
Honduras presionó fuertemente en la última reunión, en septieníbre para que Managua adelantase las elecciones de 1985 a la primera mitad del próximo año, aspecto que los nueve comandantes se nie gan siquiera a considerar. Sin ese compromiso con la democracia. los hondureños entienden que cualquier compromiso militar sería, una tregua que consolidaría al régimen sandinista cuando está sometiendo a un jaque permanente.
Desde la última reunión, Nicaragua ha sufrido cuatro ataques aéreos (los últimos, en la noche del jueves contra Puerto Cabezas, con un muerto y 11 heridos, entre ellos un niño de 16 meses, y el viernes contra la central geotérmica de Momotombo, 60 kilómetros al oeste de Managua), dos sabotajes contra su única terminal petrolera marítima y la destrucción de tanques de combustible en tres, puertos.
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