Kissinger flega a Managua para escuchar las acusaciones sandinistas contra EE UU

En el peor momento de las relaciones entre Nicaragua y Estados Unidos, cuando los dirigentes sandinistas han acusado a los norteamericanos de estar detrás de los recientes actos de sabotaje contra instalaciones estratégicas nicaragüenses, han coincidido en el aeropuerto de Managua dos importantes representantes de la Administración de Ronald Reagan: llegaba el presidente de la comisión bipartídaria para Centroamérica, Henry Kissinger, y partía el subsecretario de Estado para Asuntos Latinoamericanos, Langhorne Motley, informa Jesús Ceberio desde la capital nicaragüense.En Nicaragua, Kissinger ha ampliado el arco de sus entrevistas políticas en relación a las anteriores escalas centroamericanas. El ex secretario de Estado, que aparece ahora ante la Prensa más dubitativo y apagado, se ha reunido con líderes políticos y sindicales, representantes de la empresa privada y el arzobispo de Managua, Miguel Obando. También ha conversado con el principal dirigente del país, Daniel Ortega, y el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel d'Escoto, quienes, probablemente, no le habrán dicho nada distinto a lo que horas antes habían transniitido a Motley: Nicaragua no ve una voluntad por parte norteamericana de buscar una solución pacífica a la crisis centroamericana.

Lo único que los periodistas le pudieron, sacar a Modey del contenido de su entrevista con Ortega es que ésta le ha servido para tener .un mejor entendimiento de los pensamientos, aspiraciones, esperanzas y temores del comandante". Pero el líder sandinista buscaba algún fruto más concreto de su reunión con Motley: "Queremos saber qué piensa EE UU sobre la agresión que está viviendo Nicaragua", manifestó Ortega, quien, aparentemente, no ha obtenido respuesta.

Coincidiendo con la estancia de Kissinger en Managua, Daniel Ortega ha solicitado formalmente la ayuda de varios Gobiernos de Europa occidental y del bloque socialista para proteger su espacio aéreo y sus costas.

Página 3