Moscú suspenderá la negociación de Ginebra si la OTAN continúa con sus planes de desplegar los euromisiles

La Unión Soviética está dispuesta a suspender las negociaciones de Ginebra para la reducción de las fuerzas nucleares de alcance medio (INF, euromisiles) si la OTAN continúa con sus planes de desplegar los euromisiles, según ha declarado Leónidas Zamiatin, consejero de Yuri Andropov en política exterior.

La impresión que ha tenido en Moscú una delegación de la República Federal de Alemania (RFA) es de que los soviéticos congelarán las negociaciones en el momento en que se instale en Europa el primer euromisil. El 62ª encuentro de las delegaciones soviética y norteamericana se celebró ayer, en un clima de aparente normalidad, en las dependencias de la Agencia de Desarme estadounidense.El comunicado final no disipa, sin embargo, la amenaza de ruptura que pesa sobre las conversaciones. El texto, lacónico y escueto como siempre, se limita a precisar que la reunión duró dos horas y 55 minutos, y que la próxima cita está prevista para el martes en la Embajada soviética.

Las declaraciones de Zamiatin, realizadas en Hamburgo, son la primera manifestación clara de un alto funcionario soviético sobre esta cuestión. A este aviso hay que unir las impresiones recibidas por una delegación de la RFA que visita Moscú. Egon Bahr, experto en temas de desarme, declaró ayer en Moscú que "los soviéticos son de la opinión de que las negociaciones de Ginebra perderán su sentido en el momento en que se despliegue el primer nuevo euromisil, pero no hemos oído una palabra sobre su final, sino sólo sobre su interrupción". Moscú suspendería entonces las negociaciones y responsabilizaría a Estados Unidos de romper el equilibrio estratégico entre ambas superpotencias.

Ajena a esta guerra de nervios y de palabras, la OTAN ultima los preparativos de las rampas de lanzamiento y las plataformas en las que se instalará el primer contingente de euromisiles: nueve Pershing 2 en la República Federal de Alemania y 16 misiles de crucero en el Reino Unido e Italia. Ante esta inminencia, Moscú vuelve a pedir a Estados Unidos flexibilidad, espíritu constructivo y voluntad política de diálogo, a fin de llegar a un acuerdo "mutuamente aceptable". Moscú advierte que, de lo contrario, responderá adecuadamente a este desafío.

Como el tiempo apremia y las posibilidades de entendimiento son más bien escasas, no tiene nada de extraño que la delegación soviética quiera distanciarse interrumpiendo el proceso negociador. La decisión podría ser tomada tras el encuentro que este fin de semana mantendrán en Viena el ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Hans Dietrich-Genscher, y su homólogo soviético, Andrei Gromiko.

La situación, de todos modos, está bloqueada. La OTAN mantiene el programa de instalar a partir de diciembre, y durante cinco años, los 108 Pershing 2 en la RFA y los 464 misiles de crucero en el Reino Unido (160), Italia (112), RFA (96), Bélgica (48) y Holanda (48).

Los ministros de Asuntos Exteriores de los países del Pacto de Varsovia se reúnen hoy en Bulgaria para estudiar una respuesta conjunta a este despliegue.