La deuda con España, entre 800 y 1.200 millones de dólares
La deuda que Argentina tiene contraída con instituciones financieras y sociedades españolas oscila entre los 800 millones de dólares (120.000 millones de pesetas), según fuentes cercanas al Banco de España, y los 1.200 millones (alrededor de 180.000 millones de pesetas), según otras fuentes de la Administración próximas al Ministerio de Economía y Hacienda. En medios bancarios españoles se mantuvo durante todo el día de ayer una cierta cautela sobre la nueva situación creada a raíz de la decisión argentina de suspender los pagos en divisas por cualquier concepto.A este respecto, algunos medios financieros señalaron que desde hace, algunas semanas se temía una decisión de este tipo y que no se espera finalice la renegociación de la deuda en tanto en cuanto, se celebren las elecciones generales el próximo día 30. Precisamente la proximidad de éstas podría estar en el fondo de la suspensión de pagos efectiva que se ha decidido.
Para algunos sectores políticos argentinos los pactos de renegociación de la deuda suponen, de hecho, una venta al extranjero y en este sentido se explican las razones aducidas para la detención del presidente del Banco Central de Argentina. Ello se concreta en dos acusaciones básicas: aceptar que la parte renegociada de la deuda se verá penalizada por unos diferenciales muy elevados, que no tienen comparación con los obtenidos por otros países (2 puntos y 1/8, mientras México consiguió diferenciáles la mitad más bajos, por ejemplo), y someterse en caso de conflicto a las decisiones judiciales de Nueva York, en lugar de referirse alas autoridades argentinas.
En cualquier caso, en medios españoles se considera que. la medida tiene visos de provisio nalidad y que se levantará una vez que se conozcan los resultados electorales.
La deuda total argentina se eleva a 39.000 millones de dólares y el actual Gobierno quiere renegociar práctiamente la mitad de la misma, 9.800 millones de dólares en 1983 y 10.000 mi Bones el año próximo. Dentro de la renegociación, el paquete financiero global al que se había llegado se dividía en tres partes diferenciadas. En primer lugar un préstamo del Fondo Monetario Internacional, por valor de 1.500 millones de dólares que se harían efectivos en tres plazos -agosto y noviembre de este año, y febrero del próximo- que vencería en 1991, y cuyas amortizaciones empezarían en 1986. El desembolso correspondiente a agosto, de 500 millones de dólares, se llevó a cabo.
El segundo apoyo financiero sería un crédito puente de los acreedores internacionales, unos 300 bancos, por valor de 1.100 millones de dólares, equivalentes al 5% del riesgo total argentino. El vencimiento de este crédito se produciría en marzo de 1984 y la amortización se realizaría en cuatro pagos. Además, los acreedores se comprometerían a facilitar 1.500 millones de dólares adicionales -el 7% del riesgo- a medio plazo de amortización. El pendodo de vida del crédito tendría tres años de carencia y la amortización se realizaría en los siete trimestres siguientes. Las condiciones generales se concretan en que el diferencial a aplicar sería de 2 puntos y 1/ 8 y la comisión por el crédito de 1,25 puntos, a cobrar en un solo pago. Por último, las cantidades que se deberían haber amortizado en 1982 y 1983, se renegocianan a cuatro años y nueve meses, con las mismas condiciones que el nuevo crédito a medio plazo.
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