Abierta una investigación sobre la muerte de un joven de 23 años en el recital barcelonés de Police

El joven alfonso Fernández Bueno falleció en un accidente durante la actuación de Police en Barcelona, en la noche del pasado sábado, precisamente el mismo día en que cumplía 23 años. Las circunstancias de la muerte aún no han podido ser esclarecidas. La policía no sabe nada. El juzgado instruye diligencias y guarda silencio. Mientras unas primeras informaciones aseguraban que el joven perdió la vida al intentar escalar una valla para acceder al recinto del estadio del San Andrés, su familia asegura que Alfonso tenía una entrada comprada.

Alfonso, cartero, y Carmen, los padres del muchacho, y sus 10 hermanos siguen esperando en su domicilio de La Verneda (Barcelona) que alguien les cuente una versión autorizada y creíble de los hechos. Hasta el momento, han de remitirse a la llamada que recibieron de la residencia del Valle de Hebrón, a las 22.45 horas del sábado, comunicándoles la tragedia, sin apenas explicaciones. Nadie les pudo decir quién llevó a su hijo allí. Luego, avanzada la noche y después de las primeras exploraciones, los médicos indicaron que las causas inmediatas del fatal accidente podrían obedecer a una fuerte caída. Pero tampoco nadie ha confirmado oficialmente esta versión de los hechos.Lo cierto es que aquella misma noche se registró un fuerte altercado entre los jóvenes que se habían quedado sin entradas y querían ver al grupo británico Police. Al parecer, algunos cientos, o incluso miles, lograron entrar en el estadio, saltando por las paredes del recinto. El hecho de que algunos jóvenes resultaran contusionados en su intento, indujo a pensar que Alfonso Fernández fuera uno de ellos. Pero hasta ahora nadie se ha arriesgado a asegurarlo. La madre insiste en que vid a su hijo guardar una entrada entre las páginas de un libro días antes de celebrarse el concierto. Las hermanas aseguran que Alfonso compró el pasado jueves la entrada por 1.500 pesetas.

Los organizadores del concierto celebraron ayer una reunión cuyo contenido no trascendió. Sin embargo, uno de los temas a tratar era el de la cobertura del seguro a terceros que tenían firmado. Este detalle está íntimamente relacionado con la duda de si Alfonso tenia o no entrada. El seguro cubre los daños al público, pero no a personas teóricamente ajenas al recital. Hoy, los promotores del concierto harán pública una nota en la que lamentan la falta de previsión de las autoridades que, entre las cinco de la tarde y 22.30 horas, no desplegaron un número suficiente de policías y acusan a la empresa Morillo de ser la responsable técnica de los retrasos sufridos en el inicio del recital. Por último, la nota afirma que el joven fallecido saltó desde el tejado de la piscina aneja a 1 estadio y ésta fue la causa de su muerte. Sting, líder de Police, manifestó ayer que lamentaba el hecho y asistió un rato a la reunión de los organizadores. Por la noche, el grupo cenó en un céntrico restaurante de la ciudad.

Una larga historia

Los desmayos, las agresiones, las cargas policiales y los ataques de histeria en masa son hechos que acompañan a la historia del rock desde el principio. El cambio de la década 60-70 se cobró un muerto en un concierto de los Rolling Stones en Altamont. Al parecer, un miembro del equipo de seguridad del conjunto apuñaló a un negro que, segundos antes, esgrimía una pistola. Nueve años más tarde, en diciembre de 1979, se celebró lo que algunos han calificado como el concierto más triste de la historia del rock. Once muertos y multitud de heridos fue el saldo final del concierto de The Who en Cincinnati (EE UU). La causa fue la avalancha de gente producida contra las puertas del recinto para coger un buen sitio.

Con todo, aún ha habido en la historia del rock un concierto más sangriento todavía: el celebrado en Lesoto (África) en agosto de 1980. Allí murieron 17 jóvenes aplastados al intentar huir de los gases lacrimógenos de la policía. En España, también en Barcelona, el 13 de abril de 1980, se produjo una muerte. Los tumultos y la histeria fueron la causa. Marta Tormo, una joven de 15 años, murió asfixiada en el recital del dúo español Los Pecos que tuvo lugar en el parque de atracciones de Montjuïc, de Barcelona. El concierto discurrió con total normalidad hasta que 10 minutos antes de acabar la actuación tuvo lugar una avalancha en las escaleras laterales del escenario que sepultó a una serie de jóvenes, produciéndose la muerte por asfixia de Marta Tormo. Aparte de la muerte de Marta, y a consecuencia de los mismos incidentes, seis personas resultaron heridas. Aquel mismo día, Police actuó en Barcelona.

Graves incidentes, de no tan dramáticas consecuencias, se produjeron en Madrid, en junio de 1980, en el concierto de Lou Reed y en Canarias, este verano, con Eddy Grant.

Tres peronas murieron en Pekín, y otras 10 resultaron heridas -cuatro de ellas graves-, al final de un festival de música moderna, celebrado en septiembre de 1980.