Boyer responsabiliza a altos tipos de interés en "algunos países industriales" de los desajustes económicos mundiales

Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda del primer Gobierno socialista en España en casi medio siglo, ocupó ayer, ante más de 2.000 banqueros y delegados de 146, países, la presidencia de la 38º asamblea anual del Fondo Monetario Internacional (FMI) y Banco Mundial, y criticó expresamente la política de altos tipos de interés reales y los elevados déficit presupuestarios en "algunos países industriales" a los que responsabilizó de la continuación de los desajustes y desequilibrios que padece la economía mundial.

En un tono marcadamente moderado, sin mencionar a ningún país en concreto, pero sin obviar las referencias directas a las causas profundas de la crisis de liquidez y estancamiento que experimenta la mayoría de las naciones no industriales, Miguel Boyer realizó un análisis de la situación económica mundial, claramente diferenciado del que hizo, sólo unos minutos antes, el presidente norteamericano, Ronald Reagan, que, como anfitrión de la reunión, precedió, en el turno de oradores, al presidente de la asamblea.El gobernador del Banco de España, José Ramón Álvarez Rendueles, cinco de los presidentes de los siete grandes bancos españoles y los máximos representantes de las principales cajas de ahorro y banca oficial de España flanqueaban, en el auditorio de un hotel de Washington, la lectura de los 19 folios que compusieron la intervención del ministro.

"Una reducción significativa de los tipos de interés reales de los países industriales es esencial para afianzar la recuperación económica en esos países y, como consecuencia, contribuir a resolver los grandes problemas de la economía mundial y especialmente los causados por la grave situación de muchos países en vías de desarrollo con una fuerte carga de deuda exterior", señaló Boyer, que hizo una distinción entre "aquellos países que han conseguido controlar la inflación, y cuya situación de balanza de pagos permite un mayor crecimiento de sus economías, y aquéllos otros que deben orientar su política económica hacia la consecución de estructuras de balanza de pagos sostenibles a medio y largo plazo y de tasas de inflación similares a las de sus principales competidores".

Recuperar la inversión

"Es alentador comprobar", dijo el ministro español, "que en algunos de estos países (del primer grupo) se está registrando una recuperación de la actividad económica ... Es evidente, sin embargo, que para mantener duraderamente el ritmo de crecimiento los tipos de interés reales deben experimentar una reducción significativa ... Para ello es necesario proceder a una utilización más equilibrada de los instrumentos monetarios y fiscales".El ministro español reiteró, al referirse a la necesidad de esta política de ajuste, el objetivo prioritario de recuperar, también de una manera sostenida, el ritmo de la inversión y controlar, de forma simultánea, los déficit presupuestarios excesivos. "A nadie se le escapa", dijo textualmente Boyer sin mencionar a Estados Unidos, "la gran responsabilidad que en estos momentos recae sobre la gestión de la política económica de los mayores países industriales. En las circunstancias actuales existe un margen muy reducido para drásticos ajustes" en aquellos países que están en peor situación para alcanzar cotas de crecimiento aceptables.

Miguel Boyer citó, en este aspecto, el caso de la economía española, donde se ha intentado, anteriormente, compatibilizar altas tasas de inflación con el mantenimiento del crecimiento económico y lo único que se ha conseguido, dijo, "es deteriorar rápidamente la competitividad de los productos españoles en los mercados exteriores y, por tanto, las cuentas externas. Por ello, la política diseñada por el Gobierno socialista en España está concediendo atención muy importante a la reducción de la inflación y a la corrección del desequilibrio externo, como precondiciones básicas para poder elevar el ritmo de crecimiento de la economía y generar así un volumen suficiente de empleo, que es nuestro objetivo fundamental".

Sacrificios en España

"Por ello, con la prolongación de las dificultades se ha ido abriendo paso la convicción de que la actual situación sólo podrá ser superada mediante ajustes continuados resultantes del esfuerzo colectivo y de la persistencia y credibilidad de políticas económicas correctoras", terminó Boyer, en el capítulo de la economía española.Más extensa, como presidente de la asamblea y como miembro de un grupo de países del FMI con graves problemas de liquidez (España pertenece a uno de los grupos latinoamericanos donde se encuentra Mexico y Venezuela), fue su referencia al proceso de ajuste en los países en desarrollo y al papel del FMI en la solución de los problemas de liquidez que atraviesan algunas naciones. "La corrección de los desequilibrios que afectan a estos países dependen, sin duda, de sus políticas económicas, pero también depende del contexto internacional", dijo Boyer.

El ministro español se refirió asimismo al problema del proteccionismo creciente del comercio mundial, lo que imposibilita que los países deudores puedan incluso pagar los servicios de su deuda. Sin mencionar los 700.000 millones de dólares que adeudan los países del Tercer Mundo, Boyer señaló la necesidad de que el Fondo prosiga sus esfuerzos para evitar una crisis de confianza en el sistema monetario internacional.