Francia impone un nuevo veto en integración española en la CEE

El Gobierno francés impuso un nuevo parón ayer al proceso negociador de España para la adhesión en el Mercado Común europeo al vetar el documento agrícola, preparado por la Comisión de la CEE, que no logró ser aprobado por los ministros de Agricultura comunitarios reunidos en Bruselas. El embajador de Francia en España, Pierre Guidoni, dijo, en rueda de prensa en Madrid, que esa postura "beneficia a los intereses españole0 y criticó la falta de voluntad política de los diez para solucionar el tema de los productos mediterráneos".

En una hábil y oportuna convocatoria a la prensa española, el embajador Guidoni intentó convencer a la opinión pública de que el Gobierno de Felipe González está completamente de acuerdo con la actitud de París porque, en el fondo, lo que está planteado en estos momentos en la Comunidad es "el problema Norte-Sur", y lo que no quieren los miembros norteños de la CEE es que los agricultores españoles gocen de la misma protección para sus hortalizas, frutas, vino y aceite de oliva que ellos tienen para sus productos como la leche, carne y mantequilla.El silencio de la Administración española, que no se anticipó a los franceses para dar su versión de los hechos, puede interpretarse de dos formas: o de identidad con las tesis francesas o de incapacidad en explicar oportunamente a la opinión pública española lo que iba a ocurrir con el documento agrícola. Se supone que esta postura negativa francesa le fue comunicada al titular español de Agricultura, Carlos Romero, por su colega, Michael Rocard, el pasado fin de semana en París. Por otra parte, la oficina de Prensa del palacio de la Trinidad, sede de la Secretaría de Estado para las Relaciones con las Comunidades Europeas, manifestó hace unos días a EL PAIS que el titular, Manuel Marín, no quería hablar del tema hasta después del 21 & octubre, cuando está prevista la nueva ronda negociadora española.

Los argumentos unilaterales utilizados ayer por el representante del Gobierno Mitterrand en Madrid ante los medios de comunicación, después de anunciar horas antes de que terminara en Bruselas la reunión de los ministros agrícolas el fracaso de la misma, es que se está de nuevo en un "callejón sin salida" porque no han resultado vencedoras las ideas trabajadas conjuntamente por Francia y España "de conseguir la ampliación de la Comunidad teniendo en cuenta los productos agrícolas mediterráneos".

Para el embajador Pierre Guidoni, nos encontramos ante una actitud por parte de los miembros norteños -República Federal Alemana, Holanda, Dinamarca, etcétera- que se opone a que se organice el mercado de productores de vinos, frutas, legumbres y aceite, porque así defienden a sus consumidores, que pueden aprovecharse de la competitividad en los precios de dichos productos y comprar más barato, mientras que sus productores de leche, mantequilla o carnes sí tienen regulado y protegido el mercado.

Dentro del grupo sureño, el embajador francés criticó la falta de cooperación italiana, cuyo sistema -dijo- no es de organización de mercado, sobre todo en vinos y aceite, y que se adapta a la decisión del Norte de impedir esa organización para los productores mediterráneos.

Preguntado si no sería que a Francia le molesta la competitividad que puedan suponerle los productos españoles, Pierre Guidoni reconoció indirectamente que, de no regularse como ellos quieren este mercado mediterráneo, la competencia sería "salvaje" y los problemas "políticos y sociales" para Francia muy graves.

El embajador francés introdujo una nota de esperanza al final, al afirmar que durante la presidencia de su país, el, próximo semestre, Francia haría todo lo posible para conseguir sacar adelante esta propuesta.