El Gobierno galo mantiene su postura

La postura expresada ayer por el embajador francés en Madrid supone una continuación de la que ha mantenido Francia hasta ahora de negarse a iniciar el proceso negociador en materia agrícola con España, mientras no se proceda a la reforma del acuerdo comunitario sobre los productos mediterráneos.El documento con el que Francia muestra su disconformidad fue enviado por la Comisión Europea al Consejo de Ministros a finales de julio.En él se establecía un período transitorio de 10 años dividido en etapas para el sector de frutas y hortalizas. En la primera etapa, que duraría 4 años, prorrogable a seis, España debería adoptar una serie de medidas para ampliar las organizaciones de productores, mejorar la red de información de los precios de mercados y adecuarse a la normativa comunitaria en materia de normalización de productos. En la segunda etapa se produciría la aproximación a los precios y las ayudas comunitarias, el desarme arancelario y la liberalización de intercambios.

El Gobierno francés, según su representante, se muestra contrario al calendario establecido' en el documento. Finalmente, indicó que la integración de España sin reformar el acuerdo sobre productos mediterráneos puede abrir un proceso de crisis grave para algunos productos a los que los países del Norte no quieren conceder ayudas.

Con la intervención de Pierre Guidoni viene a confirmarse la teoría sustentada por medios agrarios españoles de que Francia pretende retrasar el inicio de las negociaciones en los capítulos que ofrecen más dificultades hasta el primer semestre del año 1984, período en el que los galos ocuparán la presidencia del Consejo de Ministros de la CEE y ejercer de padrinos en el ingreso de España.