El presunto 'etarra' detenido en Costa Rica tendrá que cumplir condena antes de su extradición a España
El Gobierno costarricense está dispuesto a tramitar una eventual extradición a España del activista de ETA Gregorio Jiménez Morales, en virtud de un tratado bilateral firmado el 16 de noviembre de 1896, pero antes tendrá que cumplir la condena que puedan dictar los tribunales locales. Hasta ahora el fiscal únicamente ha presentado contra él cargos menores por falsificación de documentos (un pasaporte español y un carné de residente) y uso de identidad falsa. La máxima pena prevista en el Código Penal es de seis años de prisión. Mientras, un portavoz. de la Alianza Revolucionaria Democrática (ARDE) manifestó ayer a este periódico que posee información sobre la existencia de tres campos de entrenamiento en Nicaragua donde se entrenan militantes de ETA.
El expediente fue remitido el martes al juzgado número 4 de San José, pero el paradero de Jiménez Morales sigue envuelto en el misterio. La Dirección de Investigación y Seguridad informó hace tres días que el presunto etarra había pasado a disposición del juez y que se encontraba en los calabozos de la Oficina de Investigación Judicial.Este extremo no ha sido confirmado. El juez que entiende del caso ha dictado un auto para que se le presente al acusado, a fin de someterlo a un interrogatorio previo. Fuentes fiables aseguraban que este trámite sería cumplimentado ayer por la mañana. Con ello, Jiménez Morales habría permanecido incomunicado durante 13 días, a pesar de que las leyes costarricenses determinan la entrega del detenido al juez en el plazo máximo de 24 horas. El incumplimiento de esta norma se ha convertido en una rutina durante los últimos años cuando se captura a supuestos terroristas.
El embajador español en San José, Gonzalo Fernández de Córdoba, declaró que no había recibido aún ninguna- iristrucción oficial del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre el trámite de extradición. Sería éste el segundo caso en que se aplicara el convenio firmado hace 87 años. El primer caso ocurrió el, pasado año, por un delito económico. La cancillería española en San José dispone desde el lunes de una protección especial, consistente en la presencia de un policía.
El Consejo Nacional de Seguridad, reunido el martes en sesión extraordinaria, ratificó que todas las investigaciones relacionadas con la presencia en Costa Rica de un supuesto comando de ETA siguen amparadas por el secreto de Estado. Esta figura legal no afecta a los periódicos, sino a los funcionarios del Gobierno, prohibiéndoles expresamente que den a conocer cualquier hecho relacionado con el caso.
Se buscan a otros seis 'etarras'
Este hermetismo oficial se ha convertido en caldo de cultivo para todo tipo de bulos y rumores. Los responsables de seguridad insisten en que Gregorio Jiménez es el único militante de ETA capturado hasta el momento, desmintiendo así noticias de Prensa que daban cuenta de otros seis detenidos. Estos últimos, entre los que hay dos mujeres, parecen ser miembros del comando cuya identidad había confesado Jiménez Morales, sin que hasta ahora se haya dado con su paradero. Medios policiales se muestran sumamente escépticos ante la posibilidad de que se encuentren en el país una semana después de hacerse pública la primera detención.En relación con este caso, fuentes oficiales habrían informado a Efe de que una segunda persona ha sido arrestada. Su identidad parece responder al nombre de Jorge-Chaverri, pero su nacionalidad no es española. Ciudadanos costarricenses están siendo también investigados, tras la ocupación de una libreta al etarra-capturado.
En el curso de una conferencia de prensa ofrecida el martes en la Asamblea Legislativa por los parlamentarios vascos de Herri Datasuna Miguel Castelis e Iñaki Ruiz, a invitación de un diputado del Partido Socialista de Costa Rica, el primero de ellos dijo que el motivo de su viaje era doble: asegurar el derecho del detenido a su defensa dentro de las normas legales costarricenses, y obtener una información detallada de lo ocurrido, a fin de deshacer la inquietud creada en el País Vasco por las confusas noticias publicadas al, respecto.
Reconoció que en su despacho de abogado existe un sumario abierto en 1982 contra Gregorio Jiménez "por acciones armadas que no produjeron sangre". Su presencia en la capital costarricense dijo que obedecía a una petición de la hermana del detenido.
Debate en el Parlamento
Los dos dirigentes de Herri Batasuna esperaban ser recibidos ayer por algún funcionario costarricense. El viceministro de la presidencia, Manuel Carballo, dijo que no les había llegado aún ninguna solicitud en este sentido, pero que si la recibían estaban dispuestos a atenderla a través del Ministerio de Justicia.La prensa local, que sigue dedicando amplios espacios en sus primeras planas al supuesto compló de ETA, ha dado gran relieve a la presencia de los dos diputados vascos en Costa Rica, presentándolos como una prolongación de la organización terrorista ETA. Miguel Castells negó que su coalición electoral represente a ETA y destacó el funcionamiento legal deHerri Batasuna. Durante la conferencia de prensa ofrecida en la sede del Parlamento, se registró un acalorado debate entre dos diputados costarricenses. El parlamentario, independiente Óscar Valverde dijo que en su país no existía ninguna animadversión contra los vascos y que éstos serían bienvenidos siempre que Hegaran, por ejemplo, a abrir un restaurante con bacalao a la vizcaína, pero que a los miembros de ETA no los querían ni como turistas.
El diputado comunista Alberto Ferreto le contestó que se estaba tejiendo una novela en tomo a este asunto. Resulta un contrasentido, afirmó, que el Gobierno acuse a los sandinistas de enviar a Costa Rica a un comando de ETA para asesinar a Pastora, cuando al mismo tiempo niega que éste se encuentre en el país. Además, añadió, hay miles de nicaragüenses dispuestos a arreglar cuentas con él.
Campos de entrenamiento
Un dirigente de ARDE declaró por su parte a este periódico que hace unos tres meses tuvieron información de que un comando enviado por los sandinistas y que podría estar utilizando a militantes de ETA preparaba en Costa Rica un atentado contra dirigentes de, esa organización. Manifestó que habían informado del tema a la policía costarricense y que carecían de nuevos datos sobre los pasos seguidos luego por los servicios de seguridad.Este portavoz manifestó que ARDE posee información sobre la existencia de dos campos de entrenamiento al norte de Managua y otro en la antigua hacienda de Somoza, en Monte Limar, departamento de Jinotega, donde se estarían entrenando batallones mixtos de niraragüenses y militantes de ETA y la OLP.
Esta información coincide básicamente con la facilitada a este corresponsal por un funcionario de la embajada norteamericana en San José. Esta fuente aseguró que Jiménez Morales está cantando en abundancia, "aunque ahora es necesario procesar y comprobar su información". Pese a iodo, admitió que no existen todavía pruebas definitivas que vinculen al actual Gobierno sandinista con los terroristas de ETA.
"Lo importante ahora", añadió, es demostrar esa conexión, porque podría modificar la actitud de los Gobiernos europeos, ante Managua". Ésta es la clave política que se va a dilucidar tras la detención de Jiménez Morales: si la Internacional Socialista mantiene o no su apoyo al Gobierno sandinista. De modificar su actual política, la detención del etarra tendría una alta rentabilidad para los norteamericanos, empeñados en el aislamiento internacional del régimen nicaragüense, al que le quedaría sólo el respaldo del bloque comunista.
En esta definición puede ser altamente decisiva la información que recaben en San José los dos policías españoles de la Brigada Antiterrorista venidos a este país, que cuentan de antemano con toda la colaboración de la policía local. El secreto de Estado llega al extremo de que ni siquiera se ha confirmado oficialmente la presencia de estos policías.
Mientras, ayer llegó a San José el jefe del comando sur norteamericano con sede en Panamá, general Paul Gorman, quien se entrevistará con el presidente costarricense para tratar de ternas de los actuales problemas de seguridad en la región.
En el clima de tirantez por el que atraviesan actualmente las relaciones entre Costa Rica y Nicaragua, ayer se anunció inesperadamente el aplazamiento indefinido de de la Comisión Mixta de Seguridad que estaba prevista que se reuniera el próximo día 26 en la capital costarricense.
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