La Federación de Municipios, contra el recorte presupuestario para los ayuntamientos

La Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP) es partidaria de que se mantenga una participación de las haciendas locales en los Presupuestos Generales, del Estado del 8%, por considerar que su disminución supondría graves problemas para los municipios, según un documento titulado Observaciones a la ley de presupuestos generales del Estado para 1984 al que ha tenido acceso Europa Press.

Según los datos en poder de la FEMP, que preside el socialista Pedro Aparicio, en los presupuestos estatales para 1984 figura una disminución al 7,23% con relación al Fondo Nacional de Cooperación Municipal. El documento señala que la carencia sistemática de recursos ha sido uno de los problemas más graves de las entidades locales, con gran cantidad de servicios encomendados a su gestión, por lo que la FEMP siempre consideró prioritario incrementar las. cuantías de participación de las entidades locales en los presupuestos estatales.La consecución del 8% en 1983 permitió a los ayuntamientos iniciar la prestación de una serie de servicios públicos de ejecución inaplazable, que ahora se verían seriamente afectados en el caso de una disminución.

En concreto, según el documento facilitado, la disminución de la participación de los ayuntamientos en los presupuestos del Estado supondría los siguientes problemas:

- Congelación en términos reales, porque aunque el crecimiento pueda llegar nominalmente al 10% del importe total del Fondo de Cooperación Municipal por el incremento en la recaudación estatal, hay que contar con el nivel de inflación previsible.

- La prestación adecuada de servicios públicos de competencia legal registra un incesante aumento, superior al de los ingresos, lo que supone para las haciendas locales esfuerzos y cargas a veces insostenibles.

- La relación directa entre competencias obligatorias de las corporaciones locales y recursos para su financiación puede obligar, si se recorta el coeficiente de participación, a replantear las competencias, prestar deficientemente los servicios o provocar una situación de déficit estructural que supondría medidas especiales de saneamiento con cargo a los Presupuestos Generales del Estado.

- En 1984, el importe del Fondo Nacional de Cooperación Municipal puede ascender a 234.000 millones de pesetas, existiendo otra partida de 35.000 millones para sanear las haciendas locales deficitarias al 31 de diciembre.

Este último supuesto, según la FEMP, implica una desviación de ingresos del fondo que se destinarán a financiar déficit presupuestarios de corporaciones locales, porque sufragarán con ello prestaciones de servicios acometidas con cargos presupuestarios prometidos, pero inexistentes.

Agravios comparativos

La utilización de esa partida para financiar servicios ya comprometidos supondrá, según el documento, agravios comparativos entre las distintas corporaciones.En concreto, la FEMP señala que los agravios surgirán en la discriminación que supone la posibilidad de acogerse o no a las medidas urgentes desaneamiento y por la institucionalización de un abanico de reparto más amplio en la distribución de transferencias estatales, que margina a los ayuntamientos pequeños y con menos capacidad de gestión.

La FEMP considera que es necesario mantener la participación deI 8%, sin perjuicio de otras medidas de saneamiento de carácter especial que deberían desarrollarse de modo inmediato. "Esas medidas", señala el documento, "deben desarrollarse por la totalidad de los déficit estimados a 31 de diciembre de 1983, en caso de que no se enjugara la totalidad del déficit en un solo presupuesto".

Además, el documento indica que deberían facilitarse líneas de crédito especiales, a través del Banco de Crédito, Local o de otras vías, con bajo interés y largo plazo, y que las cargas financieras que generen puedan acogerse a las medidas de saneamiento. Respecto a los criterios de repartición del fondo, la FEMP indica que la forma en que se hizo podría estar justificada para 1983, pero subraya que, si se mantiene, puede crear desequilibrios entre los distintos ayuntamientos.