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Felipe González no ofrecerá hoy al Parlamento una negociación global sobre autonomías

El líder del Grupo Popular, Manuel Fraga, y el portavoz de los diputados comunistas, Santiago Carrillo, protagonizarán la máxima oposición al Gobierno socialista en el debate sobre política general que se inicia esta tarde en el Pleno del Congreso, radiado en directo y televisado en diferido. Según las expectativas de la oposición, la novedad del debate reside es la oferta de negociaciones concretas en materia autonómica que el presidente del Gobierno, Felipe González, podría hacer a las fuerzas políticas. Sin embargo, altas fuentes del Gabinete socialista aseguraron ayer a este periódico que, aunque se mantiene el ofrecimiento de diálogo realizado en la sesión de investidura, el Gobierno "no va a propiciar una negociación global sobre la teoría general de las autonomías porque ello significaría reproducir el esquema de la LOAPA".

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Por el contrario, según tales fuentes, las leyes autonómicas o de bases se discutirán en el Parlamento "una a una", sin conversaciones previas, "porque no cabe negociar la competencia estatal para establecer la legislación básica". Paralelamente, la Administración central negociará los temas concretos con cada comunidad autónoma. "Cada ministerio, o el Gobierno en su conjunto, mantendrá contactos directos con cada comunidad autónoma, como ya se viene haciendo", añadieron, "para conocer sus planteamientos, pero en todo caso se huirá de la negociación global".Los grupos parlamentarios dedicaron la jornada de ayer a discutir la estrategia parlamentaria del debate que comienza esta tarde. Al término de la reunión que celebró el Grupo Popular, Manuel Fraga matizó recientes manifestaciones suyas en el sentido de que su grupo no plantearía reprobaciones de ningún miembro del Gobierno. Fraga dijo ahora que, "aunque no es nuestro estilo, si en el transcurso del debate se considerara necesario podríamos decidir proponer alguna de estas propuestas, que por cierto no las hemos inventado nosotros, sino precisamente los socialistas".

En un tono conciliador y menos descalificador que en ocasiones recientes sobre la utilidad del debate de hoy, Fraga estimó positiva su celebración, "que será conveniente para comprobar el grado de cumplimiento del programa socialista".

Carrillo planteará el tema militar

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Reprochó a la comunicación remitida por el Gobierno que deje fuera temas tan importantes como la educación, la defensa, la política informativa y la televisión.

Por su parte, el portavoz de los diputados comunistas, Santiago Carrillo, además de los temas que, por acuerdo del secretariado del PCE, deberá plantear en el debate -centrados esencialmente en la situación económico-social, el diálogo sobre política autonómica y las críticas contra la política exterior socialista-, expresó ayer su preocupación por el tema militar y se manifestó dispuesto, si sus 14 minutos de intervención se lo permiten, a expresar al Gobierno su apoyo a la destitución del capitán general de la VII Región Militar, al tiempo que su inquietud porque el nuevo capitán general, en su toma de posesión, "no dijera una sola palabra sobre el acatamiento a la Constitución".

Carrillo valoró como una línea "no nueva en Fraga" sus palabras de comprensión o disculpa hacia "los extremismos en las Fuerzas Armadas". En cambio, valoró como positiva la posición de algunos sectores de su grupo, como el representado por Óscar Alzaga. Las manifestaciones de Carrillo se produjeron al final de un abnuerzo del portavoz del secretariado del PCE, Enrique Curiel, con informadores parlamentarios, a cuyos postres, a requerimiento de algunos periodistas, fue invitado el ex secretario general del PCE, que almorzaba en otro lugar del comedor del Congreso.

Curiel aseguró que no habían existido diferencias en la reunión del secretariado, a la que habían asistido los diputados comunistas y el líder de CC OO, Marcelino Camacho. Carrillo confirmó que la reunión había sido "como una balsa de aceite" y aseguró que sus relaciones con Gerardo Iglesias son normales. Curiel declaró que en ningún momento habían existido dudas sobre la persona designada por el PCE para hablar en nombre de los diputados comunistas.

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