Antoni Pitxot expondrá 100 pinturas en la Biblioteca Nacional de Madrid
Cien pinturas firmadas por Antoni Pitxot colgarán a partir del próximo miércoles 21 de septiembre en los muros de la sala Pablo Picasso, de la Biblioteca Nacional en Madrid. Será la primera gran exposición en España de este pintor que admite ser más conocido por su nombre que por su obra. La muestra incluirá también cuatro dibujos y dos "acumulaciones de piedras que, como dice Dalí, son mis maniquís".
Las piedras del Empordà y de Cadaqués y la "significación antropomórfica" de las mismas son la constante de la obra de Pitxot desde hace más de dos décadas. A sus 49 años se señala a sí mismo como "un pintor antiguo". Explica que a los 17 años había expuesto ya su obra en distintos lugares de España y Portugal. "Entonces era un pintor tradicional", afirma, para derivar con los años hacia una tendencia "simbolista o subreal en la que no llegué a integrarme plenamente". Mediada la década de los sesenta comenzó la evolución hacia su obra actual desarrollando "la etapa mineral basada en las piedras de Cadaqués".Pitxot justifica el escaso número de exposiciones que de su obra ha celebrado diciendo que "por mi sistema de trabajo no acostumbro a engranar con los circuitos comerciales de las galerías". Su labor de creación es lenta y precisa de gran aparato. La ejecución del cuadro, donde "intento plasmar con el mayor realismo posible aquellas imágenes que yo mismo he creado", es la última etapa del proceso. Antes ha tenido que crear el modelo.
Va recogiendo piedras de las más distintas formas y tamaños que acumula atadas sobre un viejo somier hasta crear su "maniquí". "No son extrañas esculturas, como algunos las llaman, porque a diferencia de aquéllas que tienen autonomía y pueden ser observadas desde cualquier punto de visión, mis acumulaciones sólo pueden ser observadas desde un ángulo determinado y con una iluminación específica". Así nacen los paisajes o las formas humanas que aparecen en sus cuadros.
Obras en Italia
Una amplia muestra de esta obra puede admirarse de forma permanente en Italia, en una pequeña localidad situada a escasos kilómetros de Venecia. Las pinturas de Pitxot ocupan la práctica totalidad de las salas de la sección de arte del centro de estudios de la Barbariga. En Figueres en la tercera planta del Teatro Museo Dalí también cuenta Pitxot con su exposición permanente. Aunque goza de un espacio perfectamente delimitado, es difícil para algunos percatarse de que se encuentran ante las obras de Pitxot, ya que "por propia voluntad de Dalí no se ha hecho jamás ninguna especificación de autoría".Pitxot rechaza cualquier apelativo que le una a Dalí que no sea el de amigo. Su proximidad al artista no es de ahora ni responde a ningún interés. "Nuestras relaciones se remontan a las que desde hace muchos años han mantenido nuestras familias", refiere Pitxot, para añadir que "permaneceré siempre al lado de Dalí porque es mi deber, además de un gran honor y motivo de satisfacción y orgullo".
Pitxot dice no haber analizado ni tener ningún interés en hacerlo si el hecho de permanecer al lado de Dalí ha perjudicado o no su propia obra, el desarrollo de su personalidad como pintor. Niega que haya copiado jamás a Dalí aunque advierte que "como creador más importante de este siglo que es, nadie puede quedar indiferente a su influencia".
"La influencia de Dalí sobre mi obra", dice Pitxot, "se limita a aspectos conceptuales y de comportamiento". Aclara este último término: "Dalí se manifiesta con absoluta sinceridad y autenticidad en el momento de su trabajo. Por lo demás, no tenemos ningún punto de contacto. Dalí es un pintor imaginativo y yo me limito a pintar mis cuadros a partir de la observación del objeto".
Para Pitxot lo más importante es su trabajo y sacrifica horas de dedicación al mismo para "poder acompañar a Dalí y asumir la dirección artística del Teatro Museo de Figueres". Esta tarea la ejercita "más de forma, conceptual que práctica" y expresa su confianza en que "con la nueva fundación podremos hacer muchas cosas más".
Avalado por su obra y por la larga tradición artística de su apellido, Antoni Pitxot acude a Madrid invitado por el Ministerio de Cultura. 100 pinturas, cuatro dibujos y dos "acumulaciones de piedras" que con "gran esfuerzo y enorme cuidado ha trasladado la empresa Macarrón", podrán ser contempladas en la Biblioteca Nacional hasta el próximo 31 de octubre.
Babelia
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