El Gobierno logrará situar la cifra de parados por debajo de los dos millones si se cumple el programa económico
El Gobierno logrará rebajar la cifra de parados por debajo de los dos millones al finalizar la legislatura, de cumplirse los supuestos recogidos en el denominado "escenario básico" de su programa económico. El aumento de las exportaciones está previsto en un 7,6% de media anual, con un crecimiento del producto interior bruto (PIB) del 2,7% en el período 1983-1986, según se recoge en el Documento II (versión provisional) del programa a medio plazo, fechado en el mes de septiembre y presentado a sindicatos y patronal en los pasados días.
Los ministros de Economía y Hacienda, Miguel Boyer, y de Trabajo y Seguridad Social, Joaquín Almunia, entregaron a representantes de patronal y sindicatos dos documentos en los que se explicaba el programa económico a medio plazo y los dos escenarios sobre los que se mueven las previsiones económicas hasta 1986. En el primero de los documentos se realiza un análisis de la crisis económica internacional en el período de 1974 a 1982 y la evolución de la economía española. A juicio de los autores del citado documento, la crisis de la economía española presenta rasgos distintivos frente a otros países, que "acentúan su gravedad".Fuertes crecimientos salariales, caída de la tasa de ahorro y el crecimiento de las cotizaciones sociales son los tres factores que, según el citado estudio, han provocado que los niveles de desempleo sean prácticamente el doble que en las economías occidentales. En sus conclusiones se subraya que el fuerte crecimiento del déficit público, junto con la disminución de las tasas de ahorro y las consiguientes dificultades de la política monetaria, y la falta de ajustes estructurales, ha sido la causa de que la inflación se sitúe en niveles superiores a los de otros países de parecidas características.
Paro y déficit
A todo ello habría que sumar un desequilibrio en la balanza de pagos provocado por el retraso en el ajuste energético, el fuerte crecimiento de los salarios no compensado con incrementos de productividad, crecimiento del déficit del sector público y la falta de una política de ajustes positivos en los sectores industrial y agrario.El segundo de los documentos, en el que se incluyen los dos escenarios económicos -el básico o bajo, y el alto- parte de distintas proyecciones del comportamiento de la economía a nivel mundial, para pasar a exponer la necesidad de quebrar las "tendencias desequilibradores que han operado en España". El documento señala que de seguirse estas tendencias se llegaría "o bien a un paro enormemente elevado o bien a un desequilibrio insostenible de la balanza exterior".
La evolución más grave de los últimos años, se indica, es la que se caracteriza por un crecimiento del PIB del orden del 0,9%, con un aumento de la productividad aparente por persona del 3,4%, cuyo resultado es un decrecimiento del empleo del 2,5% anual acumulativo en el período 1980-1982. Y se añade que, de continuar una tendencia semejante -e incluso con una reducción de la productividad hasta el 2,5%-, en 1986 se alcanzarían tasas de paro superiores al 22% de la población activa, lo que equivale a la pérdida de 630.000 puestos de trabajo adicionales.
En este contexto, los autores del documento estiman imprescindible, para generar empleo y mejorar la competitividad de los productos nacionales, mantener los niveles de productividad del trabajo.
Otro de los desequilibrios considerado en el documento como fundamental es el de la balanza de pagos, "puesto que constituye el factor limitativo del crecimiento español". El tercer desequilibrio es el déficit de las Administraciones públicas, "que es imprescindible reducir paulatinamente".
El documento advierte que con un déficit en relación al PIB del orden del alcanzado en 1982-1983 y con una evolución de los activos líquidos totales del orden del PIB nominal, manteniendo el nivel de reservas externas, "la financiación del sector privado crecería en 1986 solamente un 3% en términos nominales, lo que se considera incompatible con una recuperación de la inversión .
Tres condiciones
Los dos escenarios que, en este contexto plantea el Gobierno, parten de la consideración de que han de cumplirse tres condiciones básicamente: la evolución de la economía internacional, la política económica del Gobierno y los resultados de las negociaciones entre sindicatos y organizaciones empresariales. El primero de los escenarios parte de una reducción de la inflación del 14% en 1982 al 6% en 1986. La inflación prevista sería del 12% en 1983, del 8% en 1984, del 7% en 1985 y del 6% en 1986. Por lo que se refiere a exportaciones, se prevé un crecimiento en ese período del 7,6% en media anual, mientras que las importaciones aumentarían en un 4%. El resultado sería una reducción del déficit corriente de la balanza de pagos de un 2,2% del PIB a un 0,3% a lo largo del citado período.La reducción de los costes laborales -tanto por reducción de salarios como de cotizaciones sociales-, junto con las medidas de flexibilización del mercado de trabajo y un crecimiento del PIB del 2,7% anual, permite la creación de alrededor de 690.000 empleos en el período de 1983-1986. 680.000 en los próximos tres años. Aun suponiendo que la polación activa crezca a ritmos mayores que en el pasado, se lograría una reducción de casi cuatro puntos en la tasa de desempleo. Con ello se lograría que el paro bajara de la mítica cifra de los dos millones en 1986, situándose en 1.829.900 desempleados.
El escenario alto supone una evolución internacional más positiva en cuanto a crecimiento del PIB. Con las mismas previsiones y un mejor comportamiento del escenario intemacional, los resultados son más rápidos y mejores.
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