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Acuerdo entre el Gobierno central y la Administración vasca para acelerar la evaluación de daños por las inundaciones

.La necesidad de acelerar al máximo la evaluación de los daños producidos en el País Vasco, tras las catástrofe de las inundaciones, para poder concretar las principales ayudas económicas, fue uno de los acuerdos adoptados ayer entre el lendakari Carlos Garaikoetxea y el ministro de Industria y Energía, Carlos Solchaga. Tras un primer encuentro con el presidente del Gobierno vasco en Ajuria Enea (Vitoria), el ministro de Industria recorrió, con el consejero Juan Carlos Isasti y el delegado del Gobierno, Ramón Jáuregui, las principales zonas afectadas. Más tarde Carlos Solchaga se comprometía a urgir al Consejo de Ministros para que en la próxima semana se puedan perfilar las primeras ayudas económicas.

Sin precipitaciones, pero con ánimo de no conceder tregua al tiempo, el ministro de Industria hizo especial hincapié en que prefería "cometer algún error" avanzando en las primeras líneas de ayuda económica, antes que la población caiga en una psicosis de situación estancada.A primeras horas de la mañana el lendakari insistió en Ajuria Enea en "que las medidas de ayuda se arbitren cuanto antes" y el ministro apuntaba la necesidad de acelerar el complejo proceso de evaluación global de las pérdidas. Precisamente el tiempo que los expertos tendrán que emplear para disponer de una definitiva cuantificación del desastre económico es un tema que preocupa a las autoridades autonómicas. Por esta razón Carlos Solchaga reconocía que, aunque a finales de esta semana todavía no se puedan obtener los datos definitivos, las primeras ayudas económicas podrían concretarse en un plazo máximo de ocho días.

Con las pérdidas que las inundaciones han producido en el sector de la industria -dos tercios del total de los daños- como consideración de fondos los representantes de la Administración central y del Gobierno vasco perfilaron ayer las primeras ayudas que serán estudiadas detenidamente por el ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra, y el vicepresidente del Gobierno vasco, Mario Fernández, en la reunión que ambos mantendrán mañana jueves en Madrid. Recalcaba, en este sentido, el ministro de Industria que algunos empresarios pueden "caer en la tentación" de suspender sus actividades; sin embargo precisó que en el caso de que este fenómeno se diera "no será como consecuencia de la negligencia de las autoridades".

En la filosofía de los acuerdos básicos entre los representantes de las dos Administraciones destaca la necesidad de iniciar un proceso de reconstrucción industrial para el futuro. Todos insisten en la oportunidad de aprovechar las consecuencias de la catástrofe para hacer no sólo una recuperación de los sectores más afectados sino una reconversión industrial en la línea de la modernidad. El ministro de Industria, Carlos Solchaga, precisó que la conservación del empleo no será fruto de una presión social sino, en cualquier caso, la consecuencia de la necesidad real y productiva de cada trabajo.

El Estado es uno

Si todavía falta la valoración global de las pérdidas y, en consecuencia, la fijación de las ayudas económicas, el porcentaje de participación de cada Gobierno, el Central y el Autónomo, en las concesiones de créditos y subvenciones han quedado en el candelero. Sin embargo el ministro de Industria se apresuraba a no trazar una línea divisoria "el Estado sólo es uno. Lo que salga de la caja de la Hacienda vasca, sale también de la caja de la Hacienda española".A primeras horas de la mañana el lendakari reconocía que el Gobierno vasco se encuentra "emocional y mentalmente" sumergido en el problema acuciante de la reconstrucción de las zonas afectadas por las inundaciones.

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Sin embargo insistía en que "la vida sigue y este país va a dar la vuelta a la tortilla. Seguiremos hablando de la LOAPA, de las leyes básicas, del desarrollo de transferencias, de la consolidación del proceso democrático", a la vez que insistía en la conveniencia de dejar a un lado las disputas políticas.

Como si se tratara de evitar cualquier paralelismo con el título de una conocida canción española de los años 70, Garaikoetxea matizó "en Euskadi la vida sigue pero no igual". Se esforzaba el lendakari en explicar que las catástrofes no habían producido el arrinconamiento de los problemas anteriores. En este sentido insinuó la posibilidad de que mañana, jueves, el ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra y el vicepresidente del Gobierno vasco, Mario Fernández, traten las diferencias de los dos gobiernos en materia estatutaria.

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