La jueza cree que ‘narcos’ del puerto de Barcelona conspiraron para asesinar al estibador de Montgat

La investigación de la Guardia Civil contra una organización dedicada al tráfico de drogas a gran escala a través del puerto de Barcelona ha arrojado luz, presuntamente, sobre el asesinato en Montgat de David C., alias Bubito, un estibador históricamente asociado a los bajos fondos de la ciudad. La jueza de Lleida que instruye el caso atribuye a algunos de los 25 detenidos un delito de conspiración para el asesinato de Bubito, y lo hace en base a conversaciones telefónicas intervenidas en las que atribuyen al estibador una elevada deuda económica vinculada al tráfico de estupefacientes.

La mañana del 15 de noviembre de 2024, Bubito acababa de dejar a su hijo en una escuela de élite de Montgat y estaba tomando algo en la terraza de un bar cuando se le acercó un hombre y le disparó en la nuca. La víctima, que había dejado la estiba hacía años y vivía en una casa cercana, murió al instante. Por su historial —era un viejo conocido de todos los cuerpos policiales—, los investigadores sospecharon enseguida de un posible ajuste de cuentas. El homicidio está siendo investigado por un juzgado de Badalona, que ahora podrá nutrirse de los nuevos elementos aparecidos en la causa de Lleida.

Cuando ocurrió el crimen, los agentes de la Guardia Civil llevaban meses escuchando las conversaciones telefónicas de los investigados en la macrocausa por tráfico de drogas nacida en Lleida. Según fuentes de la investigación, en esas charlas vertían amenazas ante la deuda contraída por Bubito que, supuestamente, era incapaz de enjugar. Algunas de esas conversaciones las mantuvieron desde prisión. El presunto jefe de la organización, José Ch., alias Lucky, dirigía el entramado desde la cárcel, donde fue arrestado de nuevo. En la rueda de prensa para explicar el operativo, la Guardia Civil ya deslizó que, al tratarse de grupos de delincuentes, en algunos casos asociados y en otros enfrentados, y vinculados además con estibadores, podría haber algún tipo de relación con el asesinato de Bubito. “Todos se conocen y todos se deben”, resumieron entonces de manera críptica los investigadores.

Con los nuevos indicios aparecidos en la investigación, y a la espera del análisis en profundidad de los dispositivos móviles intervenidos en los registros, el juzgado de Lleida probablemente deberá inhibirse en favor del de Badalona, en lo que atañe al asesinato de Bubito. Los Mossos d’Esquadra son los responsables de esa investigación, que siempre ha apuntado a un ajuste de cuentas por drogas. Si finalmente se demuestra que los autores intelectuales son la organización comandada por José Ch., probablemente todavía quedará la labor de hallar al sicario que materializó el asesinato por encargo.

Después de tres años de investigación, los agentes de la Guardia Civil dieron por desarticulada una de las grandes organizaciones criminales que utilizan el puerto de Barcelona para introducir grandes cantidades de cocaína en España. Los investigadores hallaron seis millones de euros en efectivo y coches de lujo de gran cilindrada; se incautaron de medio centenar de armas de fuego e intervinieron más de siete toneladas de cocaína, lo que da una idea del alcance del negocio.

Todo empezó el 4 de enero de 2022, cuando se llegó un aviso sobre un contenedor sospechoso procedente de Panamá. Los investigadores dejaron que descargaran su contenido en un camión que lo trasladó hasta una empresa de Lleida, donde lo desmontaron y hallaron 620 kilos de cocaína escondida en un rotor de un generador eléctrico. Esa es la razón por la que el juzgado de instrucción número 3 de Lleida, tan alejada del mar, dirige la investigación sobre este grupo vinculado al puerto.

La jueza envió a prisión provisional a 22 de los 25 detenidos, aunque la Audiencia de Lleida ya ha decretado para alguno de ellos, tras un recurso, la puesta en libertad bajo fianza. Según el contenido de los autos de prisión a los que ha accedido EL PAÍS, la organización se dedica al tráfico de sustancias “desde países iberoamericanos usando para ello contenedores de carga cuyo destino sería el puerto de Barcelona”. Las resoluciones señalan a José Ch. como líder de la organización y le atribuyen directamente una intervención de 692 kilos de cocaína, en octubre de 2024, en el puerto.