Parte del Gobierno prefiere la confrontación social, según Nicolás Redondo

"El Gobierno está actuando en algunos casos con arrogancia y temo que no habrá política de concertación porque algunos miembros del Gabinete prefieren la confrontación social", declaró ayer Nicolás Redondo, secretario gerieral de UGT y diputado del PSOE. Redondo, que matizó que "no es que el Gobierno lo esté haciendo todo mal", vertió duras críticas para determinadas actuaciones del Ejecutivo en el área laboral.A juicio del secretario general de UGT, el retrasar la aplicación de la jubilación a los 64 años -"ahora dicen que no es un tema prioritario"- transgrede el propio programa del PSOE que estimaba la puesta en práctica de esta medida en 1983. "Yo creo", afirmó, que se está actuando en forma muy positiva en determinadas áreas, pero en otras, el Gobierno está procediendo con excesiva arrogancia".

El peso de las críticas efectuadas por Nicolás Redondo se centró en el nulo interés que había demostrado el Ejecutivo por la concertación social. "Yo me temo que hay miembros del Gobierno que no la quieren, que están, por el contrario, buscando la confrontación. UGT la ha defendido y la sigue defendiendo, pero, ¿qué alternativa nos dejan? Para concertar, hay que tener un interlocutor y el Gobierno no quiere serlo".

Abundando en esta línea recordó que UGT había aceptado una moderación salarial con contrapartidas en su último congreso confederal, "pero para lograrlo hay que actuar sobre los Presupuestos Generales del Estado y los sindicatos desconocemos su contenido".

Lista de agravios

El secretario general de la central socialista expuso un memorándum de agravios, citando, en este sentido, los criterios sobre aplicación de la jornada de 40 horas -"que contradice, incluso, el Acuerdo Interconfederal"-, las jornadas especiales, la revalorización de pensiones y salarios, la intención de no negociar el plan cuatrienal, la contratación temporal o el despido libre.En este último aspecto Nicolás Redondo recordó que "nosotros negociamos este tipo de contratos con un Gobierno de derechas, poniendo unos límites muy claros, ahora parece que un Gobierno socialista quiere eliminar las garantías que evitaban el despido masivo de trabajadores".

De cara a la próxima negociación colectiva, Nicolás Redondo indicó que "no es que vaya a haber un otoño caliente, pero este cúmulo de actuaciones, contrarias en algún caso a los intereses de los trabajadores, hace que las cosas se presenten muy difíciles porque algunas de las medidas están provocando ya enfrentamientos entre la patronal y los sindicatos".

Redondo admitió -"como dijo algún ministro"- que UGT tiene sus propias responsabilidades independientes de las del Gobierno, "pero no hay que olvidar que somos una gran familia socialista y existe una evidente interrelación entre nosostros, sin que ello suponga que pretendemos decidir en sus actuaciones".