La ciencia ocupa el papel de la filosofía y la teología, según un seminario de la UIMP
Los descubrimientos físicos y tecnológicos deciden cuestiones hasta ahora reservados a la filosofía y a la teología. Esta es la conclusión a la que llegaron los ponentes del sobre Ciencia y Tecnología que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Sitges. "Marx, tal vez tenía razón cuando decía que debía cambiarse el mundo, pero olvidó que para cambiarlo hay que conocerlo" declaró ayer el filósofo Xavier Rubert de Ventós.Giuliano Toraldo de Francia, presidente de la Sociedad Italiana de Física, puso de manifiesto en su conferencia que está en crisis la visión actual del mundo concebido como conjunto de objetos separados. Según Giuliano, tal concepción es consecuencia de una "burda adaptación nuestra para poder vivir en un mundo macroscópico sustentado por una realidad microscópica".
El concepto de unidad del universo que contiene la filosofía oriental coincide con el actual concepto físico de inseparabilidad para demostrar que "las distintas partículas efímeras, hasta cuando están muy lejanas unas de las otras, son inseparables y tienen que ser consideradas como un sólo objeto", según el profesor Toraldo.
En su conferencia, el profesor italiano dividió los conocimientos físicos en tres niveles. El primero es el que estudia la realidad cotidiana y tiene su máximo exponente en las aportaciones de Newton. El segundo nivel sustenta al primero y está constituido por los conocimientos sobre átomos, núcleos, electrones y fotones. El mundo macroscópico de Newton se explica a nivel microscópico mediante la teoría de la mecánica cuántica. Finalmente, como resultado de las investigaciones de la segunda mitad de nuestro siglo, aparece el tercer nivel de conocimientos científicos: el que estudia las partículas efímeras, de las que ya en la década de los sesenta se conocían unas 200. Aquí reside, según el profesor Toraldo, el éxito de la física clásica que, creada para explicar el segundo nivel, sigue siendo perfectamente válida para explicar estas partículas, descubiertas a partir de experimentos con alta energía.
El profesor Giuliano Toraldo afirmó que la cuestión planteada en torno a la finitud o infinidad del Universo quedaría zanjada con las investigaciones que se están llevando a cabo sobre la densidad de la materia en el universo, a finales de este siglo. Hasta ahora se acepta la teoría relativista, según la cual el Universo es finito pero ilimitado. Las recientes investigaciones tienden a apoyar la antinomia kantiana que vincula los conceptos supuestamente contradictorios de infinito y finito.
Xavier Rubert de Ventós, catedrático de estética de la universidad Politécnica de Barcelona, filósofo y diputado socialista, se definió como ilustrado, "asumiendo las supuestas contradicciones de éstos". Advirtió que el desarrollo tecnológico y científico cambiará las relaciones sociales y, apocalípticamente, declaró: "siempre se niega la posibilidad de que algo ocurra, cuando el hecho está a punto de acontecer. Hoy se niega ingenuamente la posibilidad del dominio de la máquina sobre el hombre".
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