La Guardia Civil encuentra puntos oscuros en el asunto de las armas robadas en Almería
La Guardia Civil está encontrando numerosos puntos oscuros y contradictorios en la investigación sobre el robo de dos pistolas y un subfisil, perpetrado el pasado día 12 en la Comandancia de Almería, debido, fundamentalmente, a que numerosos datos sobre el robo y sobre la identidad de sus autores han sido desvelados por el periódico local La Crónica, dirigido por Joaquín Abad, ex redactor de El Alcázar. El propio Abad ha entregado ya a la Guardia Civil un subfusil y una pistola procedentes del robo, después de que una voz anónima comunicase al periódico el lugar donde se encontraban las armas.
Uno de los puntos oscuros reside en el hecho de que, al recibirse en el diario La Crónica la llamada anunciadora del lugar donde estaban las dos armas, el anónimo comunicante exigió un rescate de 50.000 pesetas para entregar el resto del armamento robado, que incluía munición diversa para las pistolas y el subfusil.Para la Guardia Civil es extraño el hecho de que exijan un rescate por el material no encontrado todavía, cuando el subfusil entregado era precisamente la pieza más valiosa del robo.
Asimismo, la, Guardia Civil está sorprendida por el alarde de conocimientos que sobre el tema hace gala el diario La Crónica. Este periódico local fue el primero en publicar la noticia del robo, y desde entonces ha mantenido contacto con alguna persona no identificada que le ha ido suministrando información acerca tanto del lugar en el que se encontraban las dos armas recuperadas como sobre la identidad de los presuntos autores del robo.
Quienes robaron las armas, según el periódico, podrían ser dos hombres y una mujer "que tienen su base en Alicante y los dos primeros fueron puestos en libertad hace escasas fechas, después de haber cumplido una condena de cinco años".
No informó a la Guardia Civil de la llamada
En medios policiales ha extrañado que el director del diario no informase a la Guardia Civil de la llamada anónima que indicaba la localización de las armas aparecidas. La llamada a la redacción del periódico almeriense se produjo a las 12.10 horas del lunes y el arma fue trasladada una hora y cinco minutos más tarde por el propio director del diario a la Comandancia provincial de la Guardia Civil almeriense.Por otra parte, en círculos oficiales también ha sorprendido que el mismo diario desvelase la personalidad del hasta ahora comunicante anónimo, el cual, según el periódico, sería un delincuente habitual conocido con el apodo de Pecholata, que ya ha sido identificado por la Guardia Civil a través de la grabación de una conversación mantenida entre el presunto delincuente y el director de La Crónica.
Conocía con antelación el 23-F
Por último, según publicaba la revista Cambio 16 en su último número, Joaquín Abad fue detenido el día 3 de diciembre de 1981 en Almería por tenencia ilícita de armas.Trasladado a Madrid, el hoy director de La Crónica informó, a la policía que conocía con anterioridad a su ejecución el intento de golpe de Estado que se iba a realizar el 23 de febrero de 1981, con el asalto al Congreso de los Diputados, y los sucesos ocurrido semanas más tarde en el Banco Central de Barcelona, que fue asaltado por un grupo que mantuvo durante un día numerosos rehenes, presentado como condiciones para salir la liberación de Antonio Tejero, hoy ex coronel de la Guardia Civil que dirigió el asalto al Congreso.
En aquellas fechas, Joaquín
Abad trabajaba en el diario ultraderechista El Alcázar, y las informaciones le habrían sido facilitadas por un miembro del CESID conocido con el sobrenombre de Carlos Santos y que también fue detenido por la policía.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.