El programa económico del Gobierno dará mayores facilidades para el despido y prevé una mayor moderación salarial

El sector público intentará marcar la pauta de la moderación salarial para el próximo año. Si hace varios meses se había previsto elevar los salarios en un 8%, en medios de la Administración se apunta ahora que crecerán menos. La cifra definitiva estará incluida en los presupuestos del Estado para 1984, que estudiará un próximo Consejo de Ministros, junto con el Programa económico del Gobierno para 1983-1986. También trascendió ayer en Santander que de las 16 actuaciones puntuales incluidas en el proyecto de programa, la más novedosa y polémica será la movilidad del mercado de trabajo, que implicará grandes incentivos al empleo y facilidades que pueden llegar al despido libre para algunos colectivos.

Presupuestos de 1984 y programa trienal acapararon otra vez la atención del seminario sobre Asignación de recursos colectivos en una sociedad democrática, abierto el lunes -en la universidad internacional Menéndez Pelayo de Santander. Tras el anuncio de que unos y otro serán dirigidos a corregir el peligro de insolvencia que acecha a la economía española si se mantienen las tendencias económicas y políticas de los últimos años, reapareció el fantasma del plan de estabilización. Pero el secretario general de Economía y Planificación, Miguel Muñiz, declaró que, precisamente, los ajustes impedirán que el déficit público llegue al 14% en 1986 y el país esté "a finales de 1984 al borde de un plan de estabilización brutal".Sobre el grado de concierto o negociación que tendrá el programa con sindicatos y patronales (el día anterior había dicho que medidas como las proyectadas necesitan "amplio respaldo social"), el secretario general de Economía y Planificación dijo: "Creo que es intención del Gobierno avanzar ya en aspectos concretos con empresarios y sindicatos. El Gobierno no enviará el programa únicamente como una comunicación a las Cortes, sino que puede haber proposiciones adicionales". Del contenido de las 16 actuaciones puntuales que parece han elevado los técnicos al Gobierno -la mayoría de ellas con opciones dependientes de los varios escenarios económicos posibles-, la movilidad del mercado de trabajo se considera en medios informados como la más polémica. En ausencia de periodistas, éste fue el tema debatido entre varios altos cargos de la Administración y Manuel Chaves, secretario de Acción Sindical de UGT y responsable de las relaciones con el PSOE, dentro de uno de los numerosos; cursos que se desarrollan estos días en el palacio de la Magdalena.

Mayor moderación salarial

Según varias versiones obtenidas, Chaves llegó a admitir la necesidad de una mayor moderación salarial, pero sin llevar la flexibilidad a extremos de libertad total de despido o contratación temporal, que contarían con el decidido rechazo sindical. Sin embargo, entre las propuestas de los redactores del programa, que en algunos casos han parecido excesivas a niveles de Gobierno, se incluyen formas de despido libre para determinados colectivos, en especial para los jóvenes que obtienen por primera vez un empleo.

Estas medidas amplían enormemente, según medios informados, las publicadas tras la comparecencia de Felipe González con motivo de los 100 días de Gobierno socialista, que parecieron cortas a empresarios y largas a sindicatos.

Irán dentro de un paquete de incentivos a la contratación, pilar básico, junto al crecimiento económico, de la esperanza de crear empleo. Una de ellas será la reducción anual de 1,5 puntos en el tipo de cotización de los empresarios a la Seguridad Social. El conjunto se articula en función de los sectores económicos de que se trate, así como del grado de ruptura o no del contrato. En las empresas públicas se distinguirá entre sectores en crisis, estables y expansivos, tanto para la política de empleo como para otras.

En cuanto a las medidas con cretas, los directores del curso, Miguel Muñiz y José Borrell, secretario general de Presupuesto y Gasto Público, indicaron que las distintas alternativas y prioridades deberá decidirlas todavía el Gobierno. Si anticiparon que los Presupuestos para 1984 especificarán con gran detalle dónde va el gasto, quién lo ejecuta y con qué resultados esperados.

Para romper el sentido de incremento han sido muy escogidas las finalidades. En los sectores considerados con alta cobertura de necesidades (mencionaron en concreto escuelas y carreteras) se pasará a mejorar las calidades. Donde todavía haya niveles tercermundistas (pusieron como ejemplo las bibliotecas y la investigación de aguas) habrá fuertes aumentos de dotación.

Según Borrell, los cambios introducidos por primera vez para 1984, así como el haber realizado en un año tres proyectos de presupuesto permitirán llevar a las Cortes el presupuesto de 1985 antes de junio próximo.

Dentro del seminario sobre asignación de recursos, al que no se presentó ayer uno de los responsables de la planificación en Francia, cuya conferencia estaba anunciada, Muñiz dijo que el programa gubernamental trata de crecer algo por encima del 2,1% anual estimado por 12 organismos e instituciones internacionales consultadas. Puntos nodales serán invertir y exportar, teniendo en cuenta que el Estado no puede desplazar a la inversión privada (16% del Producto Interior Bruto), pese a que en los últimos años ha impedido con su escasa participación (41% del PIB) una mayor caída de aquélla (0,9% en 1982).

Descenso del déficit público

Además de ayudar a la inversión privada con un aumento real de la pública del 9% al 10% cada año, el programa trata de recuperar la tasa de ganancia mediante reducciones de costes energéticos, financieros y laborales.

Los marcos macroeconómico, presupuestario y financiero prevén que, después de bajar al 111,5% en 1983, la inflación caerá al 8% el próximo ejercicio y luego un punto cada año, y no los dos puntos anunciados por el presidente del Gobierno. Así, la diferenciación con los países industrializados se reduciría, a dos puntos, ganando competitividad.

El déficit público deberá bajar paralelamente del 6% actual al 4%-3,5%, sin que la previsión fiscal (entre impuestos y cotizaciones) aumente cada año más de un punto.