Los incidentes en Vascongadas
Como viene siendo habitual en la manifestación diaria de la tragedia que viven las Vascongadas, lo más grave, con serlo mucho, no es lo que sucedió el domingo pasado: bandera nacional quemada; heridos, entre ellos el alcalde; insultos y pedradas a las mismas autoridades vascas... Lo más grave es la enorme capacidad de autoengaño que parece que todos vamos teniendo para quitar importancia a las cosas que la tienen(...) Que el propio jefe del Gobierno vasco, señor Garaicoechea, después de pasar por el bochorno de ser apedreado, de saber que la bandera ha sido quemada, que la policía vasca se vio desbordada y tuvo que ser ayudada por la Nacional para restablecer el orden; después de saber que el propio alcalde había sido herido... afirme que en cualquier país tivilizado la policía hubiera sido mucho más contundente, pero que estos gamberros, si es que persisten, tendrán que contar con que cualquier día se puede acabar la paciencia de nuestras fuerzas", nos deja estupefactos, a no ser porque ya estamos acostumbrados a afirmaciones de este tipo.
Pero ¿es quehay que esperar a que "estos gamberros persistan?
( ... ) Llevamos decenios en que han demostrado -en unas u otras circunstancias políticas bien diferentes- que sólo entienden el lenguaje de las metralletas y de la provocación a la policía, sea nacional o vasca, a la Guardia Civil y al Estado; que el quemar banderas no es sino la puntillada de cada día para provocar una reacción; que las manifestaciones callejeras no son sino el intento de que corra la sangre para tener víctimas, y para llenar los medios de comunicción a los que tienen acceso de denuncias sobre la brutalidad de la policía, cualquiera que sea, previamente provocada... Y, después de esos decenios, todavía no tienen claro las autoridades vascas o nacionales cuáles son los objetivos, los fines y las tácticas de los provocadores.
( ... ) ¿De verdad creen lo que dicen tan ilustres personalidades?
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