Indicios de la existencia de otro sistema solar

Los datos facilitados por un satélite astronómico de infrarrojos indican que la estrella Vega está rodeada de un gran número de partículas, primera prueba de la posible existencia de un segundo sistema solar parecido al nnestro, según un comunicado publicado el martes pasado por el Jet Propulsion Laboratory (JPL), de Pasadena, en California, Estados Unidos.

Según éste laboratorio, donde son analizados los datos facilitados por el satélite que lleva un telescopio de infrarrojos y que e fue lanzado en enero pasado, ha descubierto un cinturón de partículas, que pueden ser planetas, gravitando alrededor de la estre¡la Vega. Los científicos del laboratorio estiman que "lo descubierto aporta la primera prueba de que objetos de dimensiones sustanciales podrían pertenecer a un sistema solar en un estadio de desarrollo diferente al nuestro". Los científicos se muestran muy prudentes a la hora de afirmar que las partículas constituyan un sistema solar de planetas. El científico. Conway Snyder considera que "la configuración tiene algunas características de un sistema solar, pero nuestro conocimiento sobre la formación de los sistemas solares es tan incompleto que nadie puede afirmar nada al respecto".El cinturón que envuelve a Vega ha sido descubierto por Fred Gillety H. H. Aumann, del laboratorio de Pasadena, que trabajan en la estación de Chilton, en el Reino Unido, que hace el seguimiento de los satélites de infrarrejos.

Los dos científicos han descubierto que la temperatura de Vega en la superficie es de aproximadamente 10.000 grados centígrados, casi la misma que la del Sol. Los datos del satélite indican que las radiaciones de infraProjos- proceden de un cinturón o anillo poco espeso, situado a unos 11.000 millones de kilómetros de la estrella, casi la distancia que separa al Sol de los planetas más alejados de nuestro sistema solar.

Los desechos cósmicos qué rodean a Vega, a 26 años luz de la Tierra, están a menos de 300 grados. La dimensión de las partículas debe ser de un milímetro o más, pero el satélite es incapaz de determinar su tamaño exacto.