Preocupación en la industria canaria de pescado por las licencias para importar
El sector de las industrias canarias dedicadas a la elaboración del pescado muestra, en la actualidad, una gran inquietud ante la grave incertidumbre que ha creado en el mismo la reciente resolución de la Dirección General de Política Arancelaria e Importación de exigir licencias de importación para la venta en la Península cual supone, en opinión de dicho sector, un duro golpe para sus posibilidades de exportación al mercado peninsular y pone en riesgo de cierre a las fábricas y frigoríficos establecidos en las islas.
La citada medida, que entró en vigor el pasado día 1, exige licencia de importación para la entrada en la Península de pescado elaborado en el archipiélago con materia prima extranjera, lo que se interpreta en las islas como una violación del régimen económico-fiscal (REF) local. Los industriales canarios plantean que una vez que adquieren el producto. a barcos extranjeros solicitan la licencia de importación para su introducción en el archipiélago y que hasta ahora, una vez elaborado, no debían cumplir el mismo requisito para su envío al mercado peninsular, si no abonaban los derechos arancelarios correspondientes a la materia prima de origen no español. La Cámara Oficial de Comercio, Industria y Navegación de Santa Cruz de Tenerife considera que la mercancía es así nacionalizada en el archipiélago y "siendo ya un producto español no se entiende cómo se puede exigir una licencia de importación", se señala en una comunicación dirigida por el titular de dicho organismo, Arturo Escuder, al presidente del Gobierno autónomo, Jerónimo Saavedra, para que éste proponga a la Administración la inmediata derogación de la citada medida.Productos españoles
"Esta resolución crea un precedente grave por el hecho de que con igual justificación cualquier otro producto elaborado en Canarias con materias primas extranjeras necesita licencias de importación a su entrada en territorio peninsular", opina dicha Cámara. Por otra parte, el diputado regional Gregorio Toledo, de Convergencia Nacionalista Canaria, presentó una proposición no de ley en el Parlamento autónomo solicitando la suspensión de la misma medida por el procedimiento de urgencia. La reacción de los industriales se ha reflejado en telegramas enviados a los ministros de Economía y Hacienda y Agricultura y Pesca.
"El hecho de tener que depender de la concesión o denegación de una licencia de importación para asegurar el paso del pescado elaborado hacia el mercado peninsular supone una gran incertidumbre, dado que se trata de una decisión discrecional y ello puede acarrear el cierre de las empresas", declaró Miguel Ojeda Landa, consejero delegado de PREPESCA, S.A., una de las empresas más modernas e importantes de este sector en Canarias, creada hace escasamente 7 meses. El resto de las empresas viene funcionando, también, desde hace poco tiempo, no superior a dos años. Todas ellas se instalaron en Tenerife y Gran Canaria, aprovechando la proximidad del banco pesquero africano y las ventajas fiscales para la importación en las islas.
"Estos son unos puertos estratégicos y nuestro hundimiento supondría la desaparición de un futuro cliente de la flota, nacional", señaló Ojeda Landa. Hasta ahora, las plantas de elaboración se nutren de pescado procedente de Mauritania, Marruecos y Argentina. Las populares anillas de calamar son preparadas en estas fábricas para el suministro peninsular, junto a pulpos, chocos, langostinos, etc. Los empresarios recuerdan que recientemente tuvieron problemas para la entrada de langostinos de Argentina en la Península, por trabas de extraña naturaleza, que fueron después levantadas y no ocultan su temor a que se produzcan dificultades entre España y Mauritania.
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