El presidente Felipe González considera que "no es pertinente ni razonable" conceder la anmistía a los golpistas del 23-F
El presidente del Gobierno, Felipe González, considera que "no es pertinente ni razonable" conceder la amnistía a los militares golpistas del 23 de febrero, según manifestó ayer a los informadores en la casa de la localidad soriana de Lubia, donde se encuentra pasando las vacaciones, con su familia, desde el pasado viernes. Esta afirmación del presidente, que viene a sumarse a unas declaraciones del ministros de Defensa, Narcís Serra, efectuadas a EL PAIS a la salida del Consejo de Ministros presidido por el Rey en Palma de Mallorca, sobre que "el Gobierno no se ha planteado en ningún momento la posibilidad de indultar a los golpistas", desmiente las informaciones aparecidas en este sentido durante los últimos días.
Felipe González, que recibió a los informadores en la casa de Lubia, propiedad del ICONA, en tejanos y con aspecto tranquilo y relajado, respondió a todas las preguntas que le plantearon los informadores mientras se paseaba por el jardín de su residencia veraniega: desde el libro que estaba leyendo hasta la crisis de Centroamérica.Se encontraba de muy buen humor y sólo desvió una respuesta, sobre la televisión, aprovechando la llegada de su hijo Pablo, que le arrastró hacía la piscina, donde se encontraba su mujer, Carmen Romero, diciéndole: "No te enrolles, papi". El presidente, riéndose, comentó: "Me has salvado, Pablo".
Más intervenciones parlamentarias
Entre otras cosas, Felipe González comentó que antes de emprender las vacaciones había estado preparando el debate parlamentario que se celebrará el próximo mes de septiembre en el Congreso de los Diputados. "Será un balance de la labor de casi un año y las perspectivas del Gobierno para los siguientes 12 meses", señaló, al tiempo que reiteraba que era su deseo institucionalizar este tipo de debates con la oposición una vez por año de los cuatro de la legislatura.
También dijo el presidente que, después del verano, iba a incrementar sus intervenciones desde la tribuna de oradores del Congreso -"aunque he intervenido mucho más de lo que se ha dicho", comentó-, y resaltó su preocupación por el hecho de que la holgada mayoría con que cuenta el PSOE en ambas Cámaras pudiera desembocar "en un cierto sentimiento de prepotencia".
El terrorismo y la situación derivada de la crisis económica son dos cuestiones que el presidente, pese al paréntesis de las vacaciones, no olvida ni por un momento. Recibe puntual información a través de los teletipos instalados en la casa de Lubia y constantes llamadas de los ministros; prepara el método de trabajo del plan económico y anunció que varios ministros y el vicepresidente Guerra se desplazarían hasta el pequeño pueblo soriano para despachar con él en estos días. En su primer día de descanso, recibió una llamada del ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán, a propósito de las negociaciones pesqueras con Marruecos, otra del titular de Interior, José Barrionuevo, que le informó de los últimos acontecimientos de orden público, especialmente de la búsqueda de las bombas que la organización terrorista ETA dice haber colocado en Barcelona, y una tercera del expresidente de Venezuela, Carlos Andrés Pérez.
'Paranoicos'
Empleó Felipe González palabras muy duras hacia quienes "desprecian los símbolos y la unidad de España", a los que llamó "paranoicos" y se mostró especialmente indignado ante las recientes declaraciones de algunos representantes de un sindicato del campo andaluz: "Eso de querer cortar vías férreas, carreteras y ocupar edificios públicos me parece extremadamente preocupante. Si un país no respeta la ley se convierte en un país de salvajes".
También criticó las recientes declaraciones del presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, cuando afirmó que en estos momentos las relaciones con el Gobierno central no son buenas, y otras similares efectuadas por representantes del Gobierno autónomo vasco. "Cuando se transfieren competencias a las comunidades autónomas", dijo, "se están transfiriendo también responsabilidades, y ya es hora de decir aquello de que cada palo que aguante su vela. Es muy curioso que la responsabilidad de todo lo que les sale mal se la carguen al Gobierno de Madrid".
Finalmente, el presidente González señaló que, aunque el dólar sigue subiendo, la peseta se ha mantenido mejor que el franco francés, la libra o el marco alemán, y, a propósito de la crisis de Centroamérica, se mostró esperanzado por el gesto de "buena voluntad" del presidente cubano, Fidel Castro, de cara a lograr la pacificación de la zona.
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