Un informe elevado al Parlamento andaluz expone riesgos en el cementerio atómico de Hornachuelos

El parlamentario andaluz aprecia en su informe que la JEN no tiene en cuenta que la ubicación del cementerio atómico, en la sierra Albarrana, en el antiguo poblado minero de El Cabril, está a sólo 12 kilómetros de Fuente Obejuna y a 30 de Hornachuelos, núcleos muy poblados, y tiene aún más cerca a las aldeas de Argallón, Piconcillo y La Cardenchosa.Igualmente señala que "por su situación puede provocar la contaminación de los ríos Bembézar, Guadiátor y, a través de éste, del Guadalquivir, y de los embalses del Bembézar, Guadiátor, Sierra Boyera, Puente Nuevo y La Breña", que abastecen de agua a más de 300.000 personas y al riego de miles de hectáreas en las provincias de Córdoba y Sevilla. Opina que la pretensión de la Junta de Energía Nuclear no tiene en cuenta que, por estar enclavada sierra Albarrana en una falla geológica del Guadalquivir, sus instalaciones están sujetas a los movimientos sísmicos de la misma, aparte de que sus almacenamientos nucleares "coartan toda puesta en marcha de futuros planes de desarrollo minero-industrial de la zona norte de la provincia de Córdoba".

Paralelamente, el vicepresidente de la Junta de Energía Nuclear, Gonzalo Madrid, ha declarado a este periódico que la contaminación de las aguas de los mencionados ríos es nula en estos momentos, según los análisis que mensualmente se llevan a cabo en una veintena de puntos, análisis que anualmente revisa el Consejo de Seguridad Nuclear. En cuanto al peligro de contaminación de las personas -existen dos tipos de controles, uno al personal profesionalmente expuesto, consistente en la medida de la dosis anual de radiación recibida, y otro al resto de la población- los resultados obtenidos están muy por debajo de las dosis internacionalmente reconocidas como mínimas.

En relación con el peligro procedente de movimientos sísmicos, se han realizado estudios del mayor riesgo posible -dependiente del número de bidones almacenados-, y con las existencias actuales, 5.056 bidones, el riesgo es mínimo. El estudio de seguridad sobre la instalación de almacenamiento de residuos radiactivos, hecho en 1973, no hacía referencia a la capacidad límite, mientras que otro efectuado en 1982, que en estos momentos se encuentra en estudio para su aprobación por el Consejo de Seguridad Nuclear, limita la capacidad a 15.000 bido nes. La ampliación de capacidades adicionales necesitaría de un nuevo estudio.

Gonzalo Madrid también ha desmentido que los residuos almacenados en sierra Albarrana procedan de las centrales productoras de energía eléctrica, afirmando que existen fichas sobre el contenido y la procedencia de todos los bidones enterrados y que todos ellos provienen de los hospitales en los que hay servicios de medicina nuclear y de programas de investigación de distintos centros de España.

El informe del parlamentario andaluza cuenta al Gobierno de Rafael Escuredo de que el consejo de administración de la Empresa Nacional Carbonífera del Sur, del grupo INI, ha celebrado recientemente una importante reunión en i la que se ha dado a conocer un estudio para el desarrollo minero-índustrial, no carbonífero, de la cuenca, del que se deduce la rentabilidad de un proyecto aportado. Este proyecto, que evalúa en 40 millones de pesetas la inversión pública, y de cuya aplicación se prevén rentabilidades que, caso de llevarse a cabo los proyectos de la JEN, se harían inviables.

La zona donde están instalados los almacenes de El Cabril -tanto la mina Beta como los módulos naves, últimamente construidos en el complejo- es rica en minerales económicamente rentables. Evaluaciones técnicas aseguran que se trata del mayor yacimiento del sur de Europa de mica, baríta, fluorita, feldespato rosa y plomo, entre otros minerales.

Un rico yacimiento

Se considera que la zona, originariamente explotada por la JEN, que originó la mina Beta, es, asimismo, un rico yacimiento industrial de piedras semipreciosas y preciosas, especialmente berilos y esmeraldas. A este respecto, se recuerda la esmeralda ejemplar que se extrajo de la zona por el geólogo Antonio Carbonell, cuyo nombre lleva actualmente el coto minero. Respecto a la existencia de dicho yacimiento de piedras preciosas y semipreciosas, Gonzalo Madrid confiesa desconocer la dimensión del tema.Según Toledo, las empresas eléctricas que explotan la energía nuclear pretenden comprar, mediante compensación económica, la aquiescencia a sus proyectos de los ayuntamientos de la zona. Sobre este tema, José Antonio Durán, alcalde de Hornachuelos, ha declarado a este periódico que, en efecto, a través de la JEN se les había instado a pedir un canon por cada bidón radiactivo almacenado. El ayuntamiento se ha opuesto a lo que el pueblo en asamblea calificó de chantaje, y el propio alcalde declaraba que "Hornachuelos no se vende por un plato de lentejas".

En igual sentido se pronuncian los concejales del Ayuntamiento de Fuente Obejuna, camino obligado y ciudad más próxima a este cementerio de residuos. Según Pedro Fernández, teniente de alcalde de este último ayuntamiento y de legado de Protección Civil, "en es tos momentos en que los ingleses insisten en realizar vertidos nucleares en la fosa atlántica inmediata a nuestra costa gallega, sería una buena idea trasladar a las proximidades de las costas británicas los 5.000 bidones que tenemos depositados en nuestra sierra".

Los bidones, según la JEN, sólo contienen residuos de baja y media intensidad, procedentes de las experimentaciones de la planta que aquélla tiene en las inmediaciones de Madrid y de los isótopos radiactivos utilizados en medicina e industria. No obstante, según el informe elevado al Gobierno andaluz, en la mina Beta se hallan también almacenadas tierras procedentes del Tajo, que se contaminaron con radiaciones de alta actividad en el año 1974, con ocasión de una fuga que se produjo en las instalaciones de la JEN en Madrid. En aquella ocasión, lechugas, coles y tierras de las huertas afectadas fueron envasadas y transportadas a EL Cabril.

Sentencia pendiente

Actualmente está pendiente de sentencia ante la Sala de lo Contencioso de la Audiencia Territorial de Sevilla el recurso entablado por la JEN contra el acuerdo del Ayuntamiento de Hornachuelos -que no ha legalizado nunca el cementerio nuclear-, por el que se negaba licencia municipal para la reparación y asfaltado de los 15 kilómetros de carretera que en su término municipal conducen a El Cabril, desde el término de Fuente Obejuna. Para este proyecto estarían, incluso, librados 40 millones de pesetas, que, de momento, no encuentran aplicación. El jueves pasado fueron descargados dos camiones Pegaso cargados de bidones de residuos, cuyo origen se desconoce. Ambos camiones, con 75 bidones cada uno, habían pernoctado en la planta de enriquecimiento de mineral uranífero de la JEN, en Algeciras. Fuentes del comité de empresa del depósito nuclear, que celebró una reunión con un alto cargo de la JEN desplazado a El Cabril, denuncian las condiciones de trabajo de los 30 operarios del citado almacén de residuos atómicbs, acusando de "falta de cualificación específica en el mantenimiento y manejo de material radiactivo" al responsable técnico del cementerio nuclear y a los dos facultativos de minas que. le asisten.