Los acuerdos sobre las inversiones de Pegaso en Venezuela, aún sin materializarse

Casi un año después de firmarse un acuerdo en tal sentido, siguen sin materialzarse los créditos que el Gobierno venezolano prometió para resolver, interinamente, el problema de las inversiones de Enasa (fabricante de los camiones Pegaso) en el país latinoamericano. El presidente del Instituto Nacional de Industria (INI), Enrique Moya, visita estos días Venezuela para desbloquear la situación.Según informa la agencia Efe, el Gobierno venezolano podría desbloquear en las próximas semanas estos créditos, por un importe de 50 y 70 millones de bolívares, que permitirían a las dos sociedades participadas por la Empresa Nacional de Autocamíones (Enasa), Hivenca y Desiauto, cubrir parcialmente sus desequilibrios financieros.

Enrique Moya se ha entrevistado en Caracas, el pasado jueves, con el ministro venezolano de Fomento, Enrique Pérez Omana. Tras el encuentro, Moya manifestó que había recibido promesas de un desbloqueo de la situación en las próximas semanas.

El pasado septiembre, el entonces presidente del INI, Carlos Bustelo, tras un viaje a Caracas, hizo también unas declaraciones muy similares en el sentido de que el Gobierno venezolano cumpliría, finalmente, sus compromisos adquiridos con Hivenca y Desiauto. Un año después de aquel compromiso, la situación sigue estacionaria.

Las sociedades Hivenca y Desiauto fueron constituidas en Venezuela bajo los mandatos del presidente Suárez, en España, y Carlos Andrés Pérez, en Venezuela, para la fabricación y distribución de motores y vehículos con tecnología Pegaso en los países del Pacto Andino. La llegada al poder de una nueva Administración en Caracas interrumpió los proyectos, lo que forzó a Enasa a inyectar fuertes aportaciones financieras a las sociedades.

Compromisos incumplidos

El Gobierno de Herrera Campins manifestó en reiteradas ocasiones que ambos proyectos habían sido políticos y heredados de una Administración con la que no compartían los objetivos industriales. Tras varios años de incumplir sus compromisos, finalmente pareció acceder a cubrir parte de las pérdidas originadas por el fracaso de ambos proyectos, pero nunca se materializó la inyección financiera.Las nuevas declaraciones han sido recibidas con escepticismo en círculos familiarizados con la situación real de ambas empresas. Ahora, el Gobierno venezolano promete cumplir los compromisos del pasado septiembre antes del 31 de agosto, al menos en lo que se refiere a Hivenca. Asimismo, promete estudiar la situación de la sociedad Desiauto, que ensambla vehículos Pegaso procedentes de España.

Las inversiones españolas en Venezuela, decididas durante el mandato de Suárez, también establecian compromisos en el sector naviero y en la construcción de ferrocarriles. Ninguno de ellos se materializó.