Un soldado murió en junio por picadura venenosa

El pasado día 10 de junio falleció en el Hospital Militar de Zaragoza, al parecer, por picadura de ofidio, el soldado Armando Cañizares Cangas, de 20 años de edad, que cumplía el servicio militar en la 51 Compañía de Operaciones Especiales (COE 51), del Regimiento Valdesparteras. En fuentes castrenses se cree que éste sería uno de los dos soldados cuya muerte pudo ser producida por arañas en el campo militar de San Gregorio y que han sido desmentidas por la oficina de Prensa de la Capitanía General de la V Región.Armando Cañizares participó en una marcha-carrera campo a través de unos 17 kilómetros de recorrido que su compañía realizó el pasado día 10 de junio, viernes, en la zona del campo de maniobras de San Gregorio, según manifiestan fuentes próximas al joven.

Docimiliado en Madrid, había conseguido recientemente por oposición un empleo en la Compañía Telefónica Nacional, en Granollers (Barcelona). Aquel día anunció a su novia, residente en Madrid, que iría a verla ese fin de semana. Armando estaba convencido de que no sería de los diez últimos en llegar al final de la marcha, los cuales se quedarían sin pase de salida. Echó a correr el primero y, a unos 700 metros del final del recorrido, fue la última vez que alguien lo vió vivo. Al hacer el recuento y notar su falta se inició su búsqueda. Estaba en el campo, tendido, y presentaba síntomas de insolación. Trasladado al Hospital Militar, se comprobó que en la pierna izquierda tenía un orificio de picadura y, alrededor, signos de necrosis en la piel.

Falleció pocas horas después. El capitán médico, Fernando Vidal Magdalena, certificó la muerte por paro cardíaco y respiratorio a consecuencia de una posible picadura de oficio. Sin embargo, el hecho de que presentara un sólo orificio, y no dos, permitió pensar en otro tipo de picadura, aunque no se ha confirmado este hecho. Al parecer, Armando resultó alérgico al veneno que le fue inoculado y sufrió hemorragias internas.

Al evaluar esta información ante el capitán de su compañía, según fuentes próximas al joven, los militares hicieron referencia a la muerte "como fulminante" de otro soldado inmediatamente después de romper filas, aunque no precisaron la fecha de este accidente. Se dió orden de limpiar la explanada donde se acababa de romper la formación y se encontró una araña "de Arizona".

Esta referencia, así como lo sucedido a Armando Cañizares, reafirma en medios castrenses la incidencia de unas arañas en el campo de maniobras de San Gregorio, extrañas a la ecología de esa zona, que, durante algunos días, han sido objeto de relación con los casos de legionella detectados entre militares residentes en Zaragoza en los últimos meses.