La Federación Socialista Madrileña prueba una propuesta favorable a la salida de España de la OTAN

El comité regional de la Federación Socialista Madrileña (FSM) aprobó ayer, por unanimidad (137 votos), una resolución sobre la pertenencia de España la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) en la que se declara en "plena vigencia" la oposición del PSOE a la integración española en la OTAN, recordó el compromiso electoral del partido de convocar un referéndum, para que se pronuncie el pueblo español, y expresó su convicción de que en el PSOE defenderá, en el momento de la consulta, la salida de España de la Organización Atlántica.

La Federación Socialista Madrileña es la primera que se pronuncia sobre la política del PSOE en relación con la Alianza Atlántica, tras el debate interno desencadenado en las últimas semanas, acentuado por la intervención del presidente del Gobierno ante el Grupo Parlamentario Socialista, el pasado 28 de junio.La importancia de este pronunciamiento no viene dado sólo por ser el primero sino, sobre todo, por el peso cualitativo de la federación madrileña en el partido socialista. En el seno de la FSM se están registrando movimientos de inquietud, que no han aflorado, ante lo que se considera la hibernación del partido en favor del Gobierno, adonde se ha desplazado todo el poder de decisión. El secretario general de esta federación, Joaquín Leguina, ha expresado recientemente al vicepresidente Guerra su preocupación por la pérdida de pulso del PSOE y la necesidad de buscar un marco eficaz para las relaciones partido-Gobierno.

El documento aprobado ayer reafirma "la plena vigencia de la resolución de Política Exterior del 29º Congreso del PSOE, en el sentido de que el Partido Socialista se opone a la integración de España en la OTAN", recibió el visto bueno de los asistentes, tras la matización de uno anterior, presentado por la corriente Izquierda Socialista, que, si bien no difería sustancialmente, sí carecía de alusiones como la de expresar "su satisfacción por las declaraciones del Presidente del Gobierno confirmando la voluntad del Gobierno de proceder a la convocatoria del citado referéndum".

La alternativa se propuso a petición de algunos asistentes, que plantearon su oposición a que saliera un texto excesivamente drástico en contra del Gobierno y señalaron la conveniencia de suavizar el presentado por Izquierda Socialista, para que pudiera ser aprobado por unanimidad. La propuesta definitiva fue avalada por 15 miembros pertenecientes a las distintas corrientes existentes en la Federación Socialista Madrileña y encabezada por Manuel de la Rocha, de Izquierda Socialista.

Campaña del PSOE

A su regreso del viaje a los Estados Unidos, donde anunció la fecha del referéndum sobre la OTAN, el presidente del Gobierno, Felipe González, dijo, en una reunión con el Grupo Parlamentario Socialista, que el PSOE haría campaña en favor de la salida de España de la Alianza Atlántica en el primer semestre, de 1985, cuando el Gobierno convocara la consulta, mientras el secretario del grupo parlamentario anunciaba que el Gobierno se mantendría neutral. Felipe González expresó entonces, ante la circunstancia de que en octubre de 1985 su partido debe celebrar el 30º congreso, que no creía que se produjera algo que obligase a revisar los planteamientos del PSOE con respecto a la OTAN.De no modificarse estas tesis, el PSOE mantendría su oposición a la OTAN por los cuatro motivos que figuran en las resoluciones del 29º congreso: "la OTAN no garantiza la integridad territorial española", "no cubre nuestras necesidades de seguridad y defensa", "significa un aumento del riesgo de destrucción nuclear para nuestro pueblo" y la entrada "provocaría la reacción del otro bloque".

El comité regional de la Federación Socialista Madrileña aprobó también ayer la gestión de la directiva de los últimos meses, referida especialmente a la campaña electoral, por el 71% de los votos, 20% de sufragios en contra y 9% de abstenciones.

Un miembro de la ejecutiva informó que los votos negativos procedieron, principalmente, de Izquierda Socialista, con dos argumentos: la escasa atención de los líderes a las agrupaciones durante la campaña electoral y el vaciamiento de la actual comisión ejecutiva, ante el elevado número de cargos directivos que están en las instituciones.