CC OO propone un anteproyecto de plan de reconversión industrial de la madera

La federación estatal de madera y corcho de CC OO, con sede en Valencia, ha presentado públicamente un anteproyecto de plan de reconversión Industrial del sector maderero, que en los últimos años sube una fuerte crisis debido a la cual se han perdido muchos puestos de trabajo. Junto a las medidas financieras, laborales y de fomento de la comercialización, la propuesta concede una gran importancia a las relativas al fomento de la investigación tecnológica del diseño y la productividad. Una de las mayores dificultades con las que tropieza el intento de reestructurar el sector estriba en que el Gobierno no lo ha incluido en el grupo de los que deben ser reconvertidos.

En la elaboración del anteproyecto ha tenido una participación destacada el economista y ex diputado comunista Emèrit Bono. La reconversión propuesta supondría una inversión de entre 15.000 y 20.000 millones de pesetas, según manifestó el secretario general de la federación, Joaquín Jordán.De los 180.000 trabajadores que integran la población activa del sector en toda España, a finales de 1981 había ya una gran proporción de ellos en paro. El hecho, señala CC OO, es especialmente grave por cuanto la industria de la madera -que comprende desde la fabricación de mondadientes hasta la de ataúdes, pasando por la de muebles y tableros- se encuentra concentrada en pocas zonas geográficas, fundamentalmente el País Valenciano, Madrid y Cataluña.

Fracaso de las conversaciones

En la provincia de Valencia hay en paro unos 11.600 trabajadores del sector, registrados por las oficinas de empleo, de una población laboral dedicada a la madera en tomo a las 50.000 personas, lo que supone un 34%.Jordán explicó que la federación planteó una negociación con el anterior Gobierno de UCD para acordar la reconversión, pero las conversaciones fracasaron. También han sido infructuosos los contactos intentados con la patronal valenciana de la madera, Fevama. Urge, a juicio de Jordán, la reconversión, pues actualmente se está produciendo de forma anárquica y "salvaje", con suspensiones de pagos y cierres de empresas.

De acuerdo con la propuesta del plan, el fomento de la investigación tecnológica del diseño y la productividad pasa Por la financiación de inversiones en bienes de equipo nacionales por parte de la Administración. Se trataría de renovar la maquinaria obsoleta mediante créditos oficiales. Se pide una línea de crédito oficial de 500 millones de pesetas, con un período de amortización de cinco años, con dos de carencia. El 75% de la línea sería disfrutado por empresas de menos de 125 trabajadores.

Se propone igualmente, dentro de este apartado, la inclusión en la lista apéndice del arancel de bienes de equipo no fabricados en España para renovar instalaciones. El período sería de un año, con un tipo medio arancelario del 10% y una bonificación del 5%.

Además, el Ministerio de Industria y Energía financiaría los estudios para el establecimiento de los sistemas de trabajo a tiempo medido y habría una aportación económica a las empresas que se acogiesen al plan para la organización de trabajo. Se habrían de constituir organismos para el control de la calidad y desarrollo del diseño.

Subvenciones

En cuanto a las medidas de fomento de la comercialización interior y exterior, se prevén, entre otras cosas, subvenciones del Ministerio de Economía y Comercio para campañas genéricas de promoción en el exterior comunes a cada uno de los subsectores de la madera.Dentro del apartado financiero está prevista una línea especial de crédito a corto plazo, con financiación de hasta un 20% del circulante. El 75% de la línea sería absorbido por empresas con menos de 175 trabajadores. Habría también una línea especial de crédito a largo plazo para financiar capital fijo.

Entre las medidas laborales figura el aplazamiento del pago de las cuotas a la Seguridad Social para las empresas acogidas al programa, bonificación de un 15% en el Régimen General de la Seguridad Social y un sistema de jubilaciones anticipadas.

Por otra parte, serían declaradas de preferente localización industrial las zonas más afectadas por la crisis del sector, para reducir los efectos del desempleo.

El anteproyecto incluye un anexo sobre política forestal y maderera que incluye el esbozo de un nuevo plan en este campo para conseguir en 20 años una superficie arbolada de 20 millones de hectáreas en España, a un ritmo de 500.000 hectáreas por año.