El ministro del Interior abre una investigación sobre escuchas ilegales

El ministro del Interior, José Barrionuevo, anunció ayer la apertura de una investigación sobre la posibilidad de que existan escuchas telefónicas ilegales, tras las denuncias expresadas por dirigentes del principal partido de la oposición, Alianza Popular, que se sienten espiados en sus conversaciones privadas.Barrionuevo precisó a un grupo de periodistas, en el curso de un acto celebrado en Madrid, que la policía se encuentra en la obligación de llevar a cabo una investigación tras las denuncias efectuadas, y aseguró que hasta el momento no hay ningún resultado concreto.

Anteriormente, el diputado del Grupo Popular y líder del Partido Demócrata Popular, Óscar Alzaga, había realizado unas declaraciones en Sevilla, en las que consideró "desorbitada" la reacción del Ejecutivo al asunto de las escuchas. "Es intolerable que el portavoz del Gobierno democrático pronuncie exabruptos contra los periodistas, que cumplen una función de control que contribuye a garantizar la pervivencia de las libertades", dijo Alzaga, quien probablemente se referíaa los calificativos con que Eduardo Sotillos acogió las primeras denuncias de Diario 16, en que se señalaba al vicepresidente del Ejecutivo, Alfonso Guerra, como controlador de las escuchas ilegales.

Para Alzaga, "fonna parte de la vida pública española el que personas de prestigio y sin afán de notoriedad procuren no hablar temas confidenciales por teléfono". En este contexto agregó que, "por ahora", él no responsabilíza al vicepresidente del Gobierno de las escuchas ilegales. Asimismo insistió en la necesidad de tipificar en el Código Penal estas escuchas y en la urgencia de constituir una comisión de investigación para aclarar el caso.

El diputado y dirigente de Euskadiko Ezkerra, Juan María Bandrés, expresó a este periódico su convicción de que ni Guerra ni los ministros se dedican a controlar los teléfonos. Muy al contrario, Bandrés estima que los teléfonos son controlados por ciertos "servicios autónomos", temor que afirma haberle confesado "más de un ministro".