Felipe González y 'The New York Times'

No deseo unirme a ninguna controversia local concerniente a la contratación de una empresa de relaciones públicas en conexión con el reciente viaje del presidente Felipe González a Estados Unidos, pero sí me gustaría poner los puntos sobre las íes, ya que, en varios aspectos de esta controversia, tanto mi periódico como yo personalmente hemos sido involucrados.En primer lugar, la Prensa ha insinuado, y en las Coretes han surgido ciertas alegaciones, que esa empresa, de la que jamás he oído hablar, ha pagado a The New York Times, a Washington Post y a otras publicaciones para llevar a cabo entrevistas con el presidente. Esto es totalmente falso. Mi periódico, y lo mismo es cierto para todos los periódicos americanos que yo conozco, nunca aceptaría dinero ni ningún otro tipo de compensación a cambio de cumplir con su deber, que no es otro que el de presentar las noticias. Dichas alegaciones no deben de ser tomadas a la ligera, ya que constituyen una mancha a la profesión y un concepto fundamentalmente erróneo de cómo opera una Prensa libre y honesta.

En segundo lugar, en un intento de refutar dichas aseveraciones, el ministro de Economía y Hacienda, señor Boyer, manifestó en un debate parlamentario que el corresponsal de The New York Times rogó que se le concediera una entrevista con el presidente, alegando el argumento desgarrador de que, si no la conseguía, perdería su puesto de trabajo. Ignoro dónde recaba sus informaciones el señor Boyer, pero esto es igualmente incorrecto. Los periódicos no despiden a sus corresponsales tan fácil

Pasa a la página 10