La guerrilla juzgará a un alto militar salvadoreño si no liberan a 20 presos
La guerrilla salvadoreña juzgará al ex viceministro de Defensa, coronel Adolfo Castillo, a menos que el Gobierno acepte canjearlo por 20 presos políticos. El ministro de Defensa, general Eugenio Vides, rechazó recientemente el ofrecimiento, por entender que se trataba de una operación publicitaria. El coronel Castillo se encuentra en poder de la guerrilla desde hace poco más de un año. Su captura se produjo al ser derribado un helicóptero militar desde él que supervisaba una ofensiva contrainsurgente en el departamento de Morazán.En numerosas ocasiones ha intervenido ante los micrófonos de la emisora rebelde Radio Venceremos para destacar los progresos militares de la guerrilla y hacer un llamamiento en favor de una solución negociada del conflicto ante la imposibilidad de lograr una rápida definición en el campo de batalla. Cámaras de televisión han filmado declaraciones suyas de este tono, favorables, en líneas generales, a la propuesta de negociacion presentada por el Frente Faraundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN).
Esto no impide que, de llevarse a cabo el consejo de guerra, previsto para el mediodía del martes, el coronel Castillo tenga que hacer frente a una posible pena de muerte. Los últimos acontecimientos militares vienen a dar la razón a su diagnóstico de que ninguno de los dos bandos en combate es capaz de conseguir una victoria militar a corto plazo.
El ejército salvadoreño ha logrado éxitos parciales en los departamentos de San Vicente y Usulután, donde ha puesto en marcha un plan piloto de pacificación, pero al mismo tiempo ha sufrido importantes reveses en el Norte. Por espacio de seis días, la estratégica población de Suchitoto (50 kilómetros al norte de la capital) ha permanecido bajo asedio de la guerrilla.
En el último día de combate, el Ejército sufrió 80 bajas y al menos 30 soldados cayeron prisioneros. Las pérdidas de equipo se elevaron a 70 fusiles, un lanzagranadas, un cañón de 80 milímetros, una ametralladora M-60 y un equipo de radio. Más al Norte, cerca de la frontera con Honduras, el Ejército se vio obligado a desalojar la base de comunicaciones del cerro Miramundo, en el departamenteo de Chalatenango.
Los asesores norteamericanos presentaron durante meses esta posición, poderosamente fortificada, como un ejemplo de cómo se puede mantener un reducto militar en medio de una zona infestada de guerrilleros.
Con estas operaciones, el FMLN está tratando de obligar al ejército a que afloje la tenaza que mantiene sobre el departamento estratégico de Usulután, donde ha concentrado a sus tropas de elite para llevar a cabo el plan de pacificación.
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