Un centro para subnormales en Burgos
El objeto de esta carta es exponer la situación que existe en el Hospicio de Subnormales, o edificio de subnormales del Hospital Provincial de Burgos, que depende económica y administrativamente de la Diputación Provincial de Burgos.Las personas recluidas en este centro son seres afectos de enfermedades irrecuperables: deficientes, minusválidos, malformados congénitos, subnormales profundos, etcétera...
Mi hermano, víctima de una encefalitis meningocócica a los dos años de edad, fue ingresado allí a los 22 años, por estar su enfermedad en un estado regresivo y serle a mi madre muy difícil atenderle.
Las desagradables sorpresas subsiguientes a su internamiento se han sucedido sin parar durante los dos años y medios siguientes.
Primera visita:
El niño presenta heridas en los brazos y las piernas debidas a las correas de sujeción. Heridas en la espalda, llagas debidas a la inmovilidad en cama y poca higiene. La respuesta que nos da la monja encargada del pabellón es que ella no puede hacer nada porque hay escasez de personal, sólo disponen de un celador para las dos plantas.
Segunda visita:
Nos lo sacan recién duchado y con ropa limpia tras esperar unos 20 minutos en la sala de espera. Tras quitarle los calcetines, presenta llagas de bastante profundidad en ambos pies, tumoración e hinchazón. Al preguntar de nuevo a la monja si ya le ha visto un médico, ésta responde que no hay médicos en el pabellón; sólo cuando hay algo muy urgente se les llama al psiquiátrico anejo del Hospital Provincial. La religiosa se enfada cuando la instamos a que mande llamar un médico.
Al cabo de una semana nos comunican su ingreso en el Hospital Provincial. A través de una carta
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