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La situación en Líbano amenaza con 'gangrenar' al Gobierno Beguin

El Gobierno de Menájem Beguin no parece muy afectado por la ofensiva parlamentaria de la oposición laborista -el martes, una moción que pedía la retirada de Líbano; ayer, una solicitud, rechazada por 56 votos contra 49 y una abstención, para la creación de una comisión que investigue la conducción de la guerra-, que espera minar la resistencia gubernamental mediante la constante crítica y denuncia en el Parlamento. Sin embargo, el Gobierno actual está en delicada situación, que no procede del exterior. El Gabinete parece condenado a cavar su propia tumba y se encuentra minado en su interior por la gangrena libanesa."No pego ojo la noche que sigue al anuncio por el Ejército de una nueva muerte de nuestros chicos en Líbano. Y, cuando amanece, sufro al ver delante de casa las pancartas de Paz Ahora (movimiento pacifista opuesto a la intervención en Líbano y partidario de una paz duradera con los árabes), que me acusan de prolongar esta desgraciada situación", dijo Beguin en el último Consejo de Ministros. "Si el primer ministro no pone fin a nuestras disensiones internas, el Gobierno caerá como fruta madura en manos de los laboristas", dice un ministro.

La verdad es que el Gobierno israelí no sabe cómo salir sin perder la cara del avispero libanés. Cinco ministros han reclamado un repliegue, mientras que el ministro de Defensa, Moisés Arens, sostenido tácitamente (Beguin no habla mucho últimamente) por el primer ministro, rechaza toda retirada precipitada e insiste en la necesidad de coordinar todo movimiento de tropas israelíes con Estados Unidos y Líbano.

Sin duda, Washington ha pedido a Beguin que tenga paciencia, a la espera de las conversaciones sirio-norteamericanas. Pero si el Gobierno duda no es porque los ministros tengan las esperanzas puestas en un improbable acuerdo con Siria, sino porque una evacuación unilateral, aunque sea parcial, sin contrapartida siria pondría de manifiesto el fracaso de su aventura militar en Líbano.

Y como las desgracias nunca vienen solas, ahora Beguin ha tenido que escuchar cómo el embajador norteamericano en Líbano y el ministro libanés de Asuntos Exteriores declaraban que "el futuro del Golán será discutido en las próximas conversaciones sirio-norteamericanas sobre las condiciones de evacuación de las fuerzas extranjeras de Líbano".

Además, la situación libanesa es objeto de consultas entre Washington y Moscú. Washington, deseoso de congraciarse con Damasco y preocupado por evitar todo malentendido que pueda desembocar en una nueva guerra sirio-israelí, parece querer revisar su política con respecto a la Unión Soviética, protectora de Siria. Este movimiento de la diplomacia norteamericana ha sobresaltado a Jerusalén, que inmediatamente ha hecho saber que el Gobierno "rechaza toda iniciativa que pretenda contar con la URSS en el proceso de paz de Oriente Próximo".

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