El consejero del Insalud de Guipúzcoa que denunció un fraude de 1.000 millones de pesetas, amenazado de muerte

Antonio de Quevedo Pérez, consejero del Insalud de Guipúzcoa y responsable de haber dado a conocer a la Prensa el fraude anual de más de 1.000 millones de pesetas descubierto en la residencia sanitaria de San Sebastián, dio cuenta ayer, en declaraciones realizadas a EL PAÍS, del reciente secuestro sufrido por su esposa y de las amenazas de muerte que ha recibido él mismo y algunas personas que han colaborado en la investigación.

Al parecer, las denuncias de corrupción, cuya autenticidad ha sido admitida sin reservas por la propia dirección del Insalud y por responsables y trabajadores de la residencia de San Sebastián, han llevado a una serie de personas a ejercer todo tipo de presiones en un intento de evitar su publicidad.Alguno de los amenazados se encuentra protegido por funcionarios provinciales. Se sabe que un proveedor habitual de la residencia de San Sebastián es uno de los autores de estas amenazas. El autor de la filtración de la noticia, Antonio de Quevedo, secretario provincial de la Federación de Servicios Públicos de UGT y concejal del PSOE en Pasajes, indicó ayer que su mujer, empleada del ambulatorio de San Sebastián, fue secuestrada el pasado día 7 durante dos horas por dos individuos de unos 25 años que la amenazaron con matar a su marido si continuaban las investigaciones que en aquella fecha todavía no habían sido facilitadas a la Prensa.

Los dos individuos, cuya identidad no ha sido determinada, demostraron poseer una serie de datos que únicamente podían conocer determinados responsables del Insalud guipuzcoano, cinco de los cuales han sido cesados de sus cargos de confianza en la dirección tras el descubrimiento del fraude del que se habían beneficiado directamente al menos una docena de personas.

Desaparecen documentos

Una carpeta que contenía los informes emitidos por los distintos responsables de área de la residencia sanitaria de San Sebastián fue sustraída recientemente del despacho del actual director provincial del Insalud, Javier Yuste Grijalba. Antonio de Quevedo explica su decisión de denunciar públicamente el fraude -en un momento en que las investigaciones no han finalizado- a causa, precisamente, de las presiones recibidas, una especie de huida hacia adelante motivada por el temor a que las amenazas se cumplieran.El montante del fraude, que se habría producido desde mediados del pasado año hasta hace dos meses, se eleva, a juicio de Antonio de Quevedo, a cerca de 1.500 millones de pesetas. Las irregularides se habrían producido en los conciertos gravosos de la residencia y las clínicas privadas, en los contratos con las empresas de servicios y mantenimiento y en las relaciones con los suministradores de material sanitario, alimentación y limpieza.

La práctica totalidad de las clínicas privadas de San Sebastián y empresas como Sumisan Lorea, Urrera, Tintorería Garbi y Trical -uno de cuyos propietarios es, precisamente, Rafael Trigo, antiguo jefe de mantenimiento, ahora expedientado- se habrían beneficiado, en opinión del denunciante, de este fraude, cuyos orígenes se sitúan, según los informes, hace cinco años, en el momento en que Miguel Sanz accede al puesto de administrador. Antonio de Quevedo afirma que el cúmulo de irregularidades de las que la Prensa se ha hecho eco hasta ahora supone únicamente el 10% de la realidad.

Más corrupción

"Hay casos todavía más escandalosos; por ejemplo, existe un contrato fraudulento no registrado en el departamento de intervencíon y firmado por el anterior administrador Luis Tejada y el entonces director Mikel Barriola, por el que la residencia intercambiaba plasma sanguíneo a cambio de productos electrónicos. Los beneficios de la venta de placenta y de la plata de las radiografias quedaban en manos de aquellos que la organizaban, sin hablar de las horas extraordinarias del personal de cocina que se declaraban y que supone 10 veces más que las que actualmente se realizan". "Todo indica", señala Antonio de Quevedo, "que este sobresueldo era el sistema seguido para compensar la complicidad".El consejero del Insalud afirma que las irregularidades, detectadas también por numerosos empleados, fueron ocultadas por las personas que ocupaban anteriormente los altos cargos, en lo que parece una clara alusión a Alberto Arambarri, antiguo administrador. El grado de corrupcíón de alguno de los supuestos implicados alcanza, según Antonio de Quevedo, niveles de escándalo. "Hay empleados que tienen más de 10 pisos y poseen un sueldo de 80.000 pesetas.

El director provincial del Insalud de Guipúzcoa, Javier Yuste, no cuestiona la veracidad de las irregularidades denunciadas, aunque evita pronunciarse sobre la responsabilidad de las personas supuestamente írivolucradas. El gerente de la empresa Sumisan, dedicada a la venta de productos médico-quirúrgicos, y una de las firmas supuestamente beneficiadas, ha negado su participación en el fraude.