Medio siglo de trabajo

Josep Tarradellas fue quien comunicó oficialmente a Julio Caro Baroja la concesión del Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales. "Bueno, la verdad es que me cogió de sorpresa porque no estaba en conocimiento de que mi candidatura estuviera incluida entre los posibles premiados" declaró Julio Caro a este periódico."Horas antes de proclamarse el fallo", añade el antropólogo e historiador, "me llamó por teléfono un antiguo amigo mío, el profesor Garcia Pelayo para ver si lo aceptaría. Le dije que sí, naturalmente, porque es un honor no sólo por el premio en sí sino por la calidad del jurado. Este premio a una tarea de casi medio siglo de trabajo expresado por un jurado de esta categoría es lo que más me ha conmovido".

Julio Caro Baroja está preocupado por el abandono oficial en que se encuentra en España la antropología. "Lo más urgente es organizar los museos y recoger lo que se pueda de la cultura material para que los jóvenes antropólogos puedan tener una idea física de lo que es la cultura popular".

En su retiro de Itzea, la casa barojiana de Vera de Bidasoa, espera la inminente publicación de sus dos últimos libros: La aurora del pensamiento antropológico y La casa en Navarra, a la vez que trabaja sobre dos nuevos proyectos.