Emoción y poesía en la clausura de la Semana del Autor dedicada a Sábato
La emoción, la poesía y la esperanza impregnaron el acto de clausura de la Semana del Autor dedicada al escritor argentino Ernesto Sábato, de 72 años, en el que el homenajeado y el poeta Luis Rosales protagonizaron un peculiar diálogo público en el que ambos hablaron de sus razones para escribir, para reflexionar y, sobre todo, para vivir. La semana ha sido organizada por el Instituto de Cooperación Iberoamericana (ICI).
Luis Rosales renunció a pronunciar el discurso tradicional en esta clase de actos y prefirió reflexionar en alta voz acerca del homenajeado, de forma que las manifestaciones del último premio Cervantes se convirtieron en continuas invitaciones para que Sábato hiciera uso de la palabra. El autor de Sobre héroes y tumbas aceptó el reto de Rosales visiblemente satisfecho, hasta el punto de que, en contra de su costumbre (como él mismo advirtiera) arrancó la sonrisa del auditorio con chistes y bromas sobre las afirmaciones -"exageradamente andaluzas", dijo- de Rosales.Luis Rosales empezó afirmando que hay muy pocas personas que, como Sábato, hayan conseguido aunar el pensamiento ensayístico con la vida personal. "El lunes (día en que se inauguró la semana de homenaje) me acosté de otra manera. Me acosté con una vividura de alegría y un peso nuevo. Sentí que algo me decía que la verdad se convierte en llaga y que ésta no se puede ocultar porque se lleva en el rostro. Lo aprendí oyendo a Ernesto Sábato en el discurso inaugural y en la conferencia de Prensa en la que habló de la dramática situación del pueblo argentino bajo la dictadura militar". Rosales afirmó que en ambas ocasiones Sábato había realizado un acto de salvación.
Niño pintor
Ese afán de salvación, relacionado con la literatura, sirvió para que Rosales preguntara a Sábato las razones por las que escribe. "Mi pasión desde niño fue el arte", respondió Sábato. "De chiquito me interesó la pintura y ahora cierro el ciclo con más de 70 años de edad. Empecé a escribir muy pronto: a los 13 o 14 años empecé a emborronar los primeros papeles, que felizmente terminaron en el fuego o en los canastos. Luego me hice físico un tiempo, que no fue perdido porque todo es eficaz y ganancioso. Cuando retomé la escritura, eliminé todos los libros de ciencia de mi biblioteca y me quedé sólo con los de los filósofos y pensadores. ¿Que por qué escribo? Qué sé yo. Uno se encuentra escribiendo de pronto y no sabe bien los motivos"."Será que escribimos porque nos gusta soñar", sugirió Rosales, "Yo creo más que el arte nace de la desdicha, de la imperfección. Es sabido que Dios no escribe novelas", replicó Sábato. La conversación pública entre ambos prosiguió todavía un buen rato.
Al final, Ernesto Sábato, muy emocionado, agradeció la dedicación a su obra y a su persona de esta primera Semana del Autor, organizada por el ICI. En el programa del escritor estaba prevista la celebración de una entrevista con el presidente del Gobierno, Felipe González, y hoy, viernes, asistirá a la Feria del Libro de Madrid para firmar ejemplares de sus obras en la caseta de Visor.
Babelia
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