Reclaman 180 millones por las pérdidas provocadas por por una riada
Vecinos e industriales de la localidad asturiana de Barros, situada al lado del río Nalón, en Langreo, reclaman más de 180 millones de pesetas por las pérdidas ocasionadas por las inundaciones habidas en diciembre de 1980 al desbordarse aquel río, que obligó al desalojo de algunas viviendas y provocó grandes pérdidas en diversas industrias.Los afectados presentaron un recurso judicial sobre los daños sufridos, cuyo fallo se espera conocer el próximo mes. Hidroeléctrica del Cantábrico, por su relación con la presa de agua de Tanes, situada en la parte alta del río Nalón, Ensidesa, propietaria de la escombrera que originó la catástrofe, y un empresario que realizaba la explotación de la mencionada escombrera son las partes implicadas en la reclamación presentada. El juez que lleva el caso ha realizado varias inspecciones oculares y se ha pedido a Protección Civil la valoración de los daños.
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