La Generalitat, contra la creación de un polideportivo que subvencionó

El Departamento de Gobernación de la Generalitat ha suspendido un acuerdo del Pleno del Ayuntamiento de Bellcaire d'Urgell, en la comarca leridana de La Noguera, por el que se adjudicaba la contratación, para construir un polideportivo, que contaba con una subvención de 15 millones de pesetas, concedida por la Dirección General de Deportes del propio Gobierno autónomo.

La construcción del polideportivo fue objeto, a partir del pasado otoño, de un fuerte enfrentamiento entre el alcalde, respaldado por el sector mayoritario del Ayuntamiento (independientes) y otros sectores de la población alineados con la candidatura de Convergència i Unió, que ha ganado las recientes elecciones municipales.La suspensión del acuerdo municipal, de fecha 14 de marzo, fue decidida por la Generalitat el pasado 12 de abril, a través de un decreto que solicita al Ayuntamiento que sean especificados en el acuerdo distintos detalles sobre la obra. El pasado mes de febrero, 291 vecinos -Bellcaire tiene unos 1.700 habitantes- firmaron un escrito en el que manifestaban que el polideportivo era no cumplía los requisitos legales.

Los citados vecinos sustentaban su opinión contraria en el artículo 209 de la ley de Régimen Local, que establece que "serán nulos los acuerdos de las corporaciones que posibiliten gastos que no tengan crédito suficiente para satisfacerlos".

El polideportivo, que en realidad representa el cubrimiento y adecuación de las actuales pistas deportivas, costaría aproximadamente unos 43 millones de pesetas y su construcción fue instada por el propio pleno municipal en la primavera de 1982. En una primera solicitud, la Dirección General de Deportes de la Generalitat rechazó la concesión de subvencionar la obra.

15 millones

Finalmente, tras una nueva petición, el mismo organismo aprobó la concesión de una ayuda de 15 millones de pesetas. El Ayuntamiento de la localidad esperaba conseguir el resto del dinero para la financiación del proyecto a través de la venta de palcos para las fiestas del pueblo, aprovechando la convertibilidad de las instalaciones, y por medio de un crédito a través de una entidad bancaria.