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Reportaje:

La inquietante epidemia de la sangre envenenada

Los científicos de EE UU se muestran desconcertados ante el síndrome de la AIDS, que se transmite a Europa y que causo la muerte a dos jóvenes en Sevilla

El síndrome de inmunodeficiencia adquirida (AIDS) alcanza proporciones inquietantes en Estados Unidos, primer lugar del mundo donde se detectó hace tres años. Científicos y médicos investigan sin resultado las causas de una epidemia, con un índice de mortalidad del 60%, que afecta, particularmente, a homosexuales, drogadictos, hemofílicos y haitianos, con gran riesgo de propagarse, a partir de transfusiones sanguíneas, al resto de la población. La epidemia amenaza con trasladarse a Europa y, en Sevilla, fallecieron dos jóvenes hemofílicos, posiblemente por contaminación por sangre del factor VIII, importada de EE UU y contaminada de AIDS.

La reacción en Estados Unidos llega a todos los niveles. La comunidad homosexual se agrupa para pedir ayuda. Los científicos concentran sus esfuerzos en el Centro Federal para Control de Enfermedades, en Atlanta. Los emigrantes haitianos se consideran víctimas de discriminación. Los políticos de la costa oeste, con las principales comunidades de población gay en Los Ángeles y San Francisco, piden ayuda financiera de urgencia a la Casa Blanca para determinar una de las epidemias más mortíferas de los últimos 40 años.Uno de los centros médicos de EEUU donde coinciden los cuatro casos principales de personas con enfermedad de AIDS, homosexuales, drogadictos, hemofílicos y haitianos, es el hospital neoyorkino de Kings County Hospital Brooklin. El jefe del Departamento de Patología, el médico español Javier Domingo, directamene vinculado con las investigaciones de la AIDS, explica a EL PAIS la situación del síndrome de inmunodeficiencia.

"Todo empezó", dice Domingo, "cuando a principios de 1981 comenzaron a aparecer unos diez jóvenes homosexuales afectados de neumonía. También llegaron, sobre todo a los hospitales de San Francisco y Nueva York, jóvenes homosexuales con síntomas de cáncer conocido como kaposi sarcoma (KS), que se desarrolla con gran rapidez y con efectos mortales, debido a virus desconocidos que alteran las células".

Esta enfermedad, inicialmente localizada en los gays, comenzó también a aparecer en grupos de personas adictas a drogas inyectadas. Lo que inicialmente parecía circunscrito a un tipo de personas con unos hábitos específicos, despistó a los investigadores al descubrirse casos de AIDS entre la comunidad de emigrantes de raza negra haitianos en las ciudades de Miami y Nueva York. Por último, las personas afectadas de hemofília, calculadas en unas 20.000 en EE UU, comenzaron a padecer la enfermedad de la AIDS, consecuencia de transfusiones sanguíneas eventualmene contaminadas con donantes que padecen AIDS.

"En septiembre del año pasado", continúa el doctor domingo, "el Centro de Control de Enfermedades de Atlanta definió que la enfermedad de la AIDS había que considerarla transmisible, como una epidemia". Sin que sus posibles víctimas se limitaran a los grupos conocidos. Desde entonces se han detectado en EE UU enfermos de AIDS heterosexuales, hombres, mujeres o niños. Las vías de transmisión pueden ser análogas a las de la hepatitis, por contactos íntimos sexuales, saliva o vía sanguínea.

"Hasta hoy no se ha podido demostrar que tipo de organismo es el transmisor de la enfermedad, que probablemente es un virus" expone el doctor Domingo, con doce años de experiencia en patología en varios centros estadounidenses. "No tenemos", añade, "ningún sistema que puede determinar, por otra parte, qué persona está incubando la enfermedad que puede tardar de cuatro meses a un año en aparecer".

Los habitantes de Haití

Hace unos meses la Prensa neoyorquina, citando fuentes del hospital de Brooklin, organizó un gran escándalo al publicar declaraciones que atribuían el posible origen de la AIDS a los emigrantes de Haití. Los haitianos reaccionaron con quejas de racismo. El hecho es que el grupo homosexual de Nueva York frecuenta un centro de vacaciones en Cap Haitiene en el norte de la isla de Haití, muy popular entre la comunidad gay estadounidense. Las dudas radican en saber a ciencia cierta si el origen de la AIDS podría estar en Haití o partió de los gays americanos que frecuentan la isla."En los años cincuenta", continúa Domingo, "se dieron casos de kaposi sarcoma entre las poblaciones africanas de Uganda y África ecuatorial, con desarrollo de KS parecidos a los hoy registrados entre la comunidad gay. Hoy se reanudan las investigaciones, para intentar determinar si ciertos grupos genéticos pueden ser más propensos que otros a la inmunodeficiencia".

Hasta el momento no se ha transmitido la AIDS a ninguna persona de centros médicos o de investigación. Pero los servicios médicos federales de Atlanta han dictado normas muy rígidas para la investigación. También piden con insistencia que los bancos de sangre se abstengan de coger sar,gre de personas homosexuales. Queda por determinar el hecho de las exportaciones de sangre de laboratorios que, quizá ignorándolo, pueden suministrar plasma contaminado. Tal podría ser la causa de las muertes por AIDS de los dcs jóvenes sevillanos.

En Nueva York, San Francisco y Los Ángeles funcionan centros de urgencia, organizados por Ias comunidades gays para asistir a los enfermos o evitar contaminaciones.

Los miembros de la ultraconservadora organización de la Mayoría Moral definen la enfermedad como "el castigo de Dios". Pero, los científicos se inquietan seriamente de las repercusiones que puede tener para toda la poblacién el caso de una epidemia con un alto índice de rriortalidad. Sobre todo, porque en EEUU se practican cada años unos tres millones de transfusiones sanguíneas.

Recientemente, el semanario Newsweek publicaba que de 1.300 casos de AIDS detectados hasta hoy en EE UU, 933 afectaban a homosexuales o hombres bisexuales (35% mortales); 217 casos de drogadictos por inyección (40% de mortalidad); 64 casos de haitianos (55% de mortalidad); 11 casos de hemofílicos (73% de mortalidad); 20 casos de niños, (50% de mortalidad), y 75 otros casos (43% de mortalidad).

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