Una noche generosa
¡Qué bien! Una noche feliz. El pop hispano impuso su ley con Radio Futura y la Orquesta Mondragón. Una velada llena de buenas vibraciones.Radio Futura ha emprendido una nueva etapa, dejando atrás las complacencias adolescentes de sus inicios. Lo suyo, ahora, es el pop duro. Una constante de la música de los últimos veinte años que va desde los Pretty Things y los valencianos Huracanes hasta Echo & The Bunnymens, pasando por lggy Pop. Las nuevas canciones de Radio Futura poseen, sin duda, las letras más potentes que se han podido escuchar desde hace mucho tiempo. Temas como Un africano en la Gran Vía, Estatua del Jardín Botánico, Celos, Estoy metido en un oscuro affaire o Rompeolas son muestras de una madurez poética sorprendente.
Radio Futura
Orquesta Mondragón.Fiestas de San Isidro del Ayuntamiento de Madrid. Palacio de Deportes, 12 de mayo.
Su música, bastante ácida, es de una ejecución perfecta y creativa. La voz de Santiago Auserón ha crecido lo suficiente como para permitirle entregarse a fondo. Y esa entrega se materializó el jueves por la noche en la que Radio Futura se enfrentó al gran público. La aceptación fue la que merece este grupo valiente y honesto.
Es imprescindible adivinar si venderán pocos o muchos discos. Pero hacen la música pop más original que se ha oído en mucho tiempo. Versiones de excepción fueron las de dos canciones de excepción, Los bailes de Marte, de Marc Bolan, y La vida secreta de Arabia, de D. Bowie. Acabaron con un temazo, La ley, tan fuerte que helaba la sangre.
Mucho Mondragón
La Orquesta Mondragón dio un espectáculo repleto de gollerías. Una troupe de mongoles celebrando la revolución rusa. Una señora mayúscula. Diversos gags de Popocho. Un mural de máscaras de Maruja Mayo. Y la propia pintora, en persona, saludando a un público gratarnente sorprendido.Otras sorpresas fueron la colaboración del magnífico saxo jazístico de Jorge Pardo y una figura a la guitarra que era ni más ni menos que el mismo Ray Gómez. Virtuoso guitarrista que ha trabajado con gente como Stanley Clark, Miguel Ríos o Ray Barreto.
Con una banda de excelentes profesionales, compuesta por una sección de viento, dos baterías, dos guitarras, coros y teclados, la Mondragón presentó su nuevo trabajo Cumpleaños feliz y recordó algunos de sus viejos éxitos. Para abrir boca empezaron con un Back in the USA. Un rock a todo trapo que desató un ambiente festivo propio para el baile. Y allí bailaron hasta los chicos de la Cruz Roja.
'Hombre mosca' en el escenario
A ritmo de rock-cassaschok interpretaron Sólo era una fiesta. A los señores bajitos y a las señoras de vida alegre les fueron dedicadas El hombre pequeño y Lola, Lola. Hubo momentos de acrobacia protagonizados por un hombre mosca que revoloteaba por el escenario suspendido de una cuerda, la mosca.En el terreno puramente musícal hicieron buen rock con un poquito de soul. Pero la renuncia a innovar introduce siempre algo de distancia, aunque la Orquesta Mondragón sabe sacar a su repertorio de género el máximo partido. Son muy buenos. Se entregan y divierten.
La voz de Gurruchaga, que ha moderado bastante su sentido del humor, un tanto empalagoso, es cada vez más portentosa. La mejor. Rindió un homenaje a Lindsay Kemp. Travestido y vestidita de blanco en plan duquesa de Chinchón con un lacayo egipcio, acabó sacando sangre por la boca.
Una noche generosa. ¡Al fin!
Babelia
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