Berlín Oeste celebra, durante 17 días, sus encuentros teatrales

Berlín, esa ciudad llena de espectaculares entramados de culturas y difíciles equilibrios entre bloques, celebra los primeros calores organizando unos encuentros teatrales (Berliner Theatertreffen) con categoría de gran festival desde el 2 al 19 de mayo. Participan en el certamen los grupos y montajes teatrales más relevantes, durante la última temporada de invierno, de todo el ámbito lingüístico alemán.

Como viene sucediendo en los últimos años, la tendencia a la actualización de los clásicos, más o menos drástica, es la característica si no principal, sí mayoritaria, de los espectáculos que, tanto suizos, austríacos, como alemanes de ambas repúblicas, ponen sobre las tablas con grandes alardes de maquinaria y sutiles investigaciones dramatúrgicas. Pero esto no es obstáculo para que en el programa del festival también figuren numerosas y muy importantes puestas en escena de autores contemporáneos consagrados internacionalmente, como Peter Handke, o menos conocidos, incluso en Alemania, como Peter Slavik o Thomas Hürlimann, así como los últimos montajes de teatro infantil de grupos como el Grips-Theater.Entre las actualizaciones de clásicos que se podrán ver están las producciones de la Schaubühne am Lehniner Platz de Berlín, un Hamlet muy poco ortodoxo dirigido por Klaus-Michael Grüber y La batalla de Hermann, de Heinrich von Kleist, dirigida por Claus Peymann y producida por el Schauspielhaus de Bochum; ambos directores, aunque con concepciones muy distintas del espectáculo, son junto con Peter Stein los grandes innovadores del teatro alemán contemporáneo. Los tres fueron fundadores del mítico colectivo de la Schaubühne am Halleschen Ufer allá por el año 1970, de donde han salido actores de gran prestigio como Bruno Ganz, Lotta Lampe o Edith Clever.

El Schiller-Theater de Stuttgart presentará, bajo la dirección de Hansgünther Heyne, Nathan, el sabio, cuento oriental de G. E. Lessing, que desde su reposición en el Berlín de la inmediata posguerra en 1945 viene siendo considerado el alegato pacifista y humanista por excelencia de la literatura alemana. También de Stuttgart, pero procedente del Theater der Freien Volksbühne, se presentará la obra de Friedrich von Schiller Demetrius, y el Deutsches Schauspielhaus de Hamburgo aportará una obra del otro gran autor romántico alemán J. W. von Goethe, El gran Cophta.

Entre los autores clásicos no pertenecientes al ámbito cultural alemán, aparte del mencionado Shakespeare, están programados un Calderón (La vida es sueño), un Moliére (El misántropo), un Tschechow (Iwanow), y otro Shakespeare (Macbeth), en versión de Heiner Müller, que será representado en Berlín Este por la Volksbühne am Luxemburgplatz.

En cuanto a los autores contemporáneos, el Berliner Theatertreffen presentará la última obra de Peter Handke (Sobre las aldeas), un poema dramático, como lo denomina el propio autor, que pretende plasmar el ritmo lento de la campiña, a través de la observación de un personaje plenamente urbano, alter ego de Handke, en busca casi pasiva de sus orígenes y en confrontación, mediante larguísimos parlamentos, con sus parientes y conocidos que se quedaron en el terruño. El Theaterforum Stadpark de Viena pone en escena una dramatización de la novela de su compatriota Desgracia indeseada, a cargo de R. Urbach, en la que Handke rememora la vida de su madre poco tiempo después de que ésta se suicidase.

Otras manifestaciones

Kalidewe farce es la última producción del dramaturgo de la Schabühne am Halleschen Ufer, Botho Strauss, uno de los autores jóvenes más prolíficos de los años setenta. Las encerronas cotidianas, pero de gran tensión dramática, en las que sitúa a sus personajes, le permiten mostrar en un rosario de minúsculas escenas el comportamiento, lleno de complejos, temores y desorientación, de un sector muy amplio de la sociedad alemana; en este caso, un hombre encerrado con cuatro mujeres en el apartamento de su ex amiga.La Düsseldorfer Schauspielhaus pondrá en escena la obra-collage de Heiner Müller La batalla, donde se denuncia el egoísmo de la gente, su fascismo fratricida hasta el extremo del canibalismo. A pesar de haber sido durante largos años el dramaturgo del Berliner Ensemble y, por tanto, continuador de la labor de B. Brecht, Heiner Müller rechaza la distanciación crítica brechtiana en favor de la catarsis, de la conmiseración, del miedo y la identificación de sentimientos. La batalla es una adición de escenas diversas, que han sido reelaboradas múltiples veces desde 1951 hasta 1974, y cuyas escasas 10 páginas de texto en verso permiten innúmeras puestas en escena.

Junto a otras manifestaciones teatrales diferentes, tales como danza, mimo, pantomima, etcétera, los Encuentros Teatrales de Berlín ha organizado algunos talleres en colaboración con el Goethe Institut, de carácter teórico unos, otros prácticos, en los que participarán profesionales del teatro de todo el mundo y en los que se podrán intercambiar desde gestos estrictos de teatro kabuki hasta interpretaciones dramatúrgicas de índole casi personal.