_
_
_
_
SEVILLA

Corrida aburrida de modestos

JAVIER QUINTERO, El toro, que no tenía más fuerza, aburrido por la faena aburrida y tediosa de Antonio Lozano, un jerezano que quiere emular a Rafael de Paula y que va por el mismo caminito del miedo, optó por echarse al albero para no levantarse más. No hizo falta estocada ni verduguillo. Se murió él solito, sin necesidad de más aceros.

Fue algo insólito. Que un toro se eche sin ser estoqueado, sobre todo en la Maestranza, es un hecho que debe de sonrojar en primer lugar al ganadero y después al empresario. Sevilla, plaza de primera categoría, se merece un respeto. La plaza maestrante va por derroteros turísticos. Sevilla necesita imperiosamente ver el torotoro.

La corrida de ayer, aburridísima, la salvó Antonio Rubio Macandro, un chaval que tomó la alternativa hace varios años y que hasta el momento tuvo el mal fario agarrado a su pechera. Al sevillano le tocó el mejor lote de la tarde, y toreó con cierto temple ante las nobles embestidas de sus enemigos. Sus faenas fueron decorosas, aunque no exentas de pico y cierto perfilismo. Pero fue meritoria la labor de este muchacho. Quiere ser torero y en esos menesteres anda.

Corrida de toros en la plaza de la Real Maestranza

Media entraday tarde soleada.Toros de Antonio Pérez, sin fuerza, mansos aunque nobles. El sexto salió cojo y fue sustituido por el sobrero, del conde de la Maza, tambien manso. Antonio Rubio Macandro. Oreja. Ovación y vuelta protesta. Antonio Lozano. Silencio. Protestas. Mario Triana. Silencio. Aplausos.

Mario Triana salió con muchas ganas, pero en un quite al toro de Macandro sufrió un varetazo que apagó sus ansias. Después anduvo abúlico, sin sitio y desgarbado. En el segundo de su lote hizo recomponer el mal cartel presentado con, anterioridad. Le echó un poco de más sal a su faena, pero en el toro: del conde de la Maza se encontró con un enemigo bronco que cabeceaba y que buscaba la taleguilla al torero. Triana, que en los dos últimos años ha sido muy castigado por los toros, no pudo hacer absolutamente nada. Puso todo su empeño en el estoque y le salió bordado. Es el pago a los modestos, matadores que visten muy pocas veces el traje de luces y que echan en falta la cara de los toros.

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_