Más cerca del ridículo que del prestigio

La polémica desatada por el Gobierno de la Generalitat contra Julio Feo y la posterior manifestación del sábado para reivindicar la soberanía de los países catalanes van a conseguir que los ciudadanos de otros países -que no son precisamente catalanes- empecemos a perder el respeto a las instituciones autonómicas.La autonomía de Cataluña tiene ya demasiada solidez e importancia como para que, a estas alturas, los miembros de la Generalítat y los ciudadanos catalanes se irriten por insignificancias. Ha quedado ya suficientemente demostrado que el partido del Gobierno se ha tomado muy en serio el respeto por las autonomías, pero este suceso nos hace dudar de que los países catalanes se hagan merecedores de ello.

Esta especie de berrinche se puede interpretar de dos maneras: o los catalanes padecen un complejo de inferioridad no superado que les provoca una pérdida total del sentido del humor, como para estar por encima de ciertas mezquindades, o bien son tan graciosos, que les divierte polemizar por senyeras y banderas -como niños- En cualquier caso, esperemos que esa dignidad que llevan tan a raya nuestros compaisanos les haga ver que con esta actitud están más cerca del ridículo que de favorecer su prestigio en el momento preelectoral. /

Madrid.