Washington y Moscú, debaten el desarme nuclear en la Autónoma madrileña

Estados Unidos y, la Unión Soviética han puesto de manifiesto nuevamente sus diferencias sobre la forma de instrumentalizar acuerdos concretos sobre limitación, reducción y eliminación de armamentos, tanto nucleares como convencionales. La confrontación se ha producido en un ciclo sobre Desarme, paz y desarrollo, que acaba de celebrarse en la universidad Autónoma de Madrid, organizado por el Departamento de Estructura e Instituciones Económicas, que dirige Ramón Tamames.Los protagonistas han sido Ray Caldwell, del Departamento de Estado norteamericano, y Yuri Dubinin, embajador soviético en Madrid. Ambos demostraron fehacientemente cómo un teórico objetivo común -el desarme y, en definitiva, la paz- puede justificar un desacuerdo insuperable.

Paz fue, sin duda, la palabra más empleada por los dos conferenciantes. Paz armada, por supuesto. CaldweIl llegó a afirmar que "la OTAN será el movimiento de paz de la próxima generación con el mismo éxito que lo ha sido hasta ahora". Antes dijo que la alianza es la única garante de la paz y la libertad. En el coloquio posterior definió la idea que su Gobierno tiene de la libertad como "la que permite cambiar un Gobierno, como han hecho los franceses o los españoles". El recordatorio del caso turco recibió una respuesta tangencial con referencias a la necesaria seguridad del conjunto del bloque occidental y al caos anterior al golpe militar.

Dubinin, como Caldwell, habló de euromisiles. Y a la opción cero opuso el cero absoluto: la eliminación de la totalidad de las armas nucleares en el continente. Sólo la intransigencia americana fuerza a la URSS, según su embajador en España, a una propuesta de compromiso basada en los principios de igualdad e idéntica seguridad, y que, por supuesto. habría que considerar los misiles franceses y británicos y los artefactos nucleares sin base en tierra.

Tamames preguntó a Dubinin qué haría su Gobierno si, a finales de año, los Pershing II y misiles de crucero comienzan a desplegarse en Europa. "Los Pershing II", dijo el embajador, "pueden alcanzar centros vitales de la Unión Soviética en 10 minutos. Ustedes se preguntarán qué se puede hacer en 10 minutos. Sin embargo, algo tendríamos que hacer".