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Ronald Reagan solicita a los dirigentes palestinos que hagan un "gesto de coraje"

El presidente Ronald Reagan ha dirigido ayer un llamamiento a "los dirigentes palestinos" para que "hagan un gesto de coraje y rompan el punto muerto" en Oriente Próximo. El llamamiento de Reagan se produce como reacción a lo que se considera el fracaso de su iniciativa de paz para la zona, después de que Jordania, pieza clave del plan, diera el domingo por acabadas sus conversaciones con la OLP.

Reagan, que recibió en la Casa Blanca al sultán Qabus, de Omán, dijo explícitamente que su proyecto de paz "sigue en pie. La elección a la que se enfrentan los dirigentes palestinos está clara: o el statu quo y la continuación de la frustración de las aspiraciones de su pueblo, o un gesto de coraje para romper el punto muerto". "No permitiremos a las fuerzas de la violencia y el terror imponer su veto sobre el proceso de paz", añadió el presidente.Para Washington, "la declaración del Gobierno jordano, como consecuencia de la posición de la OLP, no cierra la vía" al plan presentado por el presidente de EE UU en septiembre pasado. Tras el rechazo de Hussein de Jordania a participar en más negociaciones de paz con los palestinos sobre la base del proyecto Reagan, Washington intenta reunir a los dirigentes árabes moderados para que presionen sobre la OLP.

En este sentido, los preparativos materiales de la cumbre árabe extraordinaria que debe celebrarse el sábado y domingo próxímos en la ciudad marroquí de Fez, bajo la presidencia del rey Hassan, continúan a pesar de los sustanciales virajes ocurridos durante los últimos días en el escenario árabe.

Después de hablar con los principales dirigentes árabes moderados, Reagan confía aún en salvar su iniciativa, según informó ayer el portavoz de la Casa Blanca. El lunes, el presidentenorteamericano llamó a Islamabad al presidente egipcio, Mubarak, que visita oficialmente la capítal paquistaní. Ese mismo día, Ronald Reagan habló dos veces con el monarca jordano, y después, con el rey Fahol de Arabia Saudí y con el rey Hassan II.

"Todos. los dirigentes con los cuales ha conversado Reagan apoyan sus esfuerzos", según la Casa Blanca. En el análisis de Washington, es la minoría radical de la organización palestina, la responsable del fracaso de las conversaciones Amman-OLP sobre el plan de paz norteamericano.

Satisfacción en Israel y Siria

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Siria ha recibido alborozada el aparente fracaso del plan estadounidense, al que se oponía por considerar que Washington no tiene la llave de Oriente Próximo. Por motivos diferentes, en Israel también se ha recibido con satisfacción el revés. El ministro de Exteriores, Shamir, dijo el lunes que "es totalmente absurdo hacer depender la paz entre Israel y un país árabe de un acuerdo. con la OLP... La OLP debe ser destruida para conseguir la paz", dijo.

Reagan no abandona. "A pesar de los obstáculos, no nos dejaremos desviar de nuestro objetivo de conseguir una solución global en Oriente Próximo basada en las resoluciones 242 y 338 de la ONU y conforme al marco de los acuerdos de Camp David", remachó ayer en la Casa Blanca.

La marea diplomática generada por la ruptura de las negociaciones sobre Oriente Próximo tuvo ayer dos manifestaciones claras. Una, la inesperada visita a Arriman del ministro de Exteríores británico, Francys Pyrri, que llegó a la capital jordana para entrevistarse con el rey Hussein. La segunda es la gira interrumpida del secretario general de la Liga Árabe, Chedli Klibi, a la RFA. Klibi viajó ayer, imprevistamente, desde Hamburgo hasta Madrid para ver a varios miembros del Gabinete español.

De otra parte, la Prensa de Tel Aviv afirmaba ayer que el director de la CIA, William. Casey, visitó secretamente Israel la semana pasada para "persuadir a las autoridades de que el Ejército líbanés es perfectamente capaz de garantizar la seguridad en el sur de Líbano". El enviado especial de Reagan en Oriente Próximo, Philip Habib, participó personalmente ayer, por vez primera, en las negociaciones de Nathanya sobre la retirada de tropas extranjeras de Líbano.

El Ejército israelí, a pesar de las negociaciones, ha construido y sigue construyendo grandes y modernísimas bases en el sur y centro de Líbano. Informaciones publicadas por el diario británico The Times aseguran que los preparatívos israelíes incluyen pistas para helicópteros, complejos sistemas de radar, zonas para el mantenimiento de carros de combate y grandes edificios de hormigón. Todo ello está construido pensando en una permanencia de años en el país, en lugar de una retirada, como desea el presidente Reagan.

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