Medios oficiales y de la cinematografía valoran el 'oscar' español como un éxito internacional de una industria en crisis
Los Reyes, don Juan Carlos y doña Sofía, y el presidente del Gobierno, Felipe González, enviaron ayer telegramas de felicitación a José Luis Garci por haber obtenido el oscar a la mejor película extranjera. El ministro de Cultura, Javier Solana, por su parte, expresó telefóñicamente al director español la satisfacción de su departamento por la consecución del galardón. Medios oficiales y cinematográficos han valorado el premio como un éxito internacional del cine español aunque muchos de ellos estiman que no supondrá el lanzamiento en el extranjero que necesita la industria cinamatográfica del país.Juan Antonio Bardem, primer candidato español al oscar en 1958 con La venganza, ha afirmado que a pesar de que se trata de un merecido éxito personal de Garci, es un motivo de gran alegría para todos. "Pero soy realista y no creo que esto impulse a la no existente industria nacional del cine".
Bardem, que en la actualidad prepara Lorca, muerte de un poeta, recuerda que La venganza fue presentada en Hollywood en otras circunstancias, con escasos medios y que ni siquiera tenía su filme subtítulos en inglés. Luis G. Berlanga, director de la película Plácido, presentada al oscar en 1961, ha explicado que ha fecibido la noticia del premio "con alegría prevista porque se podía imaginar este premio desde hace meses, incluso se estaba preparando. Pero Berlanga no cree que este triunfo sea la llave para llevar el cine español a los mercados internacionales. "Esto requiere unas estructuras mucho más complicadas".
El director de Nacional III dice que también ha influído en este éxito la dedicación de recursos económicos y los planteamientos de publicidad que se ha dado a la obra, lo que ha permitido que los americanos la conocieran previamente. "En mi tiempo uno iba a Hollywood un día antes en un viaje de turismo. Una vez allí recibías la felicitación de algún que otro santón del cine americano y veías a algunas que otras estrellas o maravillosas señoritas".
Francisco Rovira Beleta, otro de los españoles que se quedó a mitad de camino del oscar en dos ocasiones con sus filmes Los Tarantos (1963) y El amor brujo (1967), insiste también en que fue a Los Ángeles "sin el apoyo de la Administración española", a diferencia de Garci. Con Los Tarantos no gané porque también competía Fellini ocho y medio y me pareció bien que ganara Fellini".
Jaime de Armiñán, nombrado también dos veces para el Oscar por Mi querida señorita (1972) y El nido (1980), ha narrado así su experiencia en Hollywood: "las dos veces fui a Los Ángeles, pero con un espíritu muy distinto. Sabía que Mi querida señorita no ganaría porque el año anterior había sido seleccionada Tristana, de Luis Buñuel, y no le concedieron la estatuilla porque era un filme español hecho bajo la dictadura y las cuestiones políticas pesaban mucho. Con El nido estuve cerca de conseguirlo. Ahí sí que sufrí como supongo debe haber sufrido Garci".
Para Mario Camus, director premiado con el Oso de Oro de Berlín por su película La Colmena, el oscar dado a la película de Garci "debería servir para hacer una reflexión profunda sobre lo que es el cine español, que comparte el mal momento del cine en el mundo. Lo que hace falta es una verdadera reconversión del sector y dar trabajo efectivo a todos los trabajadores del cine.
El director Luis Revenga ha manifestado, por su parte, que éste es un oscar con el que todos los españoles deberíamos sentirnos adjuntos. "En estos mementos lo de menos es hacer una consideración del contenido de la película. Es un éxito del cine español, es un éxito de Garci, es un premio que puede dar un nuevo impulso a la industria cinematográfica española".
No mantiene esta última opinión el productor Elías Querejeta, quien ha explicado que le parece "magnífico que le hayan dado el premio a Garci", "pero quien piense que el oscar pueda suponer el cambio de la estructura cinematográfica española es un fatuo o un ingenuo".
El también productor Alfredo Matas, que "se ha llevado una de las alegrías más grandes como profesional", dice que una de las claves de este éxito ha sido el apoyo que han recibido esta película y la que fue al festival de Berlín por parte de la Administración. "Los productores no podemos promocionar el cine español en el exterior. Esto debe hacerlo la Administración". Termina diciendo que el oscar servirá de ayuda al desarrollo del cine español. "Una batalla no gana una guerra pero se trata de un paso que nos animará a hacer películas más ambiciosas".
Babelia
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