El artista vasco Andrés de Nagel muestra sus últimas 'imágenes' de nueva figuración

La imagen es la razón de ser de toda la obra del joven artista vasco Andrés de Nagel (San Sebastián, 1943). "No sabría explicar exactamente en qué terreno me muevo, si en el campo de la pintura o en el de la escultura; para mí todo es imagen; incluso afirmaría que es imagen de transvanguardía". Andrés de Nagel inaugura hoy una muestra de noventa obras recientes en la sala de exposiciones del Ministerio de Cultura en la Biblioteca Nacional.Esta libertad imaginativa ha llevado al artista vasco a utilizar una gran variedad de soportes y formas, hasta el punto de que recurre indistintamente al dibujo, la acuarela y los volúmenes de escultura para expresar una realidad que para muchas personas que la ven a través de sus creaciones es agresiva o, cuando menos, provocadora. "Sé que hay gente que se molesta cuando contempla algunas de estas obras, y ven miles de símbolos freudianos en ellas, pero yo no entiendo por qué. Me expreso con libertad, pero no intentó agredir ni provocar a nadie".

La exposición de Andrés de Nagel se coloca en la línea seguida por la Dirección General de Bellas Artes de mostrar también jóvenes. valores de la cultura española. Nagel realizó su primera exposición individual en San Sebastián, en 1968. Al año siguiente participó en la exposición colectiva Erakusketa 79, en Arteder (1981 y 1982), Segunda Trienal Internacional de Dibujo de Nuremberg y en la muestra Artistas vascos realizada el año pasado en el Museo Municipal de Madrid. En el transcursó de este año ha participado en la Primera Bienal Nacional de Artes Plásticas y en la Segunda Bienal del Grabado de Varna (Bulgaria).

Ni rupturas ni saltos

Andrés de Nagel "no se atreve" a definir su obra como pintura o escultura. "Son términos muy rígidos, muy fuertes. Prefiero hablar de imágenes. Para conseguirlas utilizo los medios que en cada momento me interesan. Hay ocasiones en las que necesito recurrir a los volúmenes, y en otras me quedo simplemente en las superficies. El resultado final es siempre el mismo: el juego de la imagen. Pasa un poco como en el cine".

El artista vasco asegura que en su obra no existen ni rupturas ni saltos, "sino más bien ciertas diferencias y cambios de formas". En sus temas excluye las referencias muy localistas, aunque afirma que, "como todo creador, está marcado por el entorno". Andrés de Nagel rechaza, sin embargo, la calificación de artista vasco. "La pintura no es ni vasca, ni andaluza, ni americana. Cuando nos hablan de pintura americana, lo que en realidad nos están ofreciendo es un montaje comercial".

Muchos observadores de la obra plástica de Nagel le incluyen en la llamada nueva figuración. Todos destacan su fantasía, ingenuidad e ironía y el perfecto acabado técnico de su obra.

Andrés de Nagel estima que en los últimos años su obra no ha experimentado una gran evolución. "Han evolucionado las formas, el aspecto externo, pero el fondo es el mismo".

Una de las características del pintor donostiarra es que critica duramente a la joven pintura española, a pesar de que él es joven. "A estos pintores, que son un retal de la vieja pintura americana, les falta frescura, gracia y naturalidad. Son soporíferos y no se puede perdonar a un cuadro que sea aburrido".

Uno de los materiales preferidos por Nagel es el poliéster, un material muy duradero que permite unas esculturas enigmáticas.